Roberto M. Álvarez del Blanco sobre ‘The New Rules’
Roberto Álvarez del Blanco
Profesor de Márketing y Estrategia de Marca en IE Business School y miembro del Comité Editorial de Manager Focus.
En días inmediatos a la gran depresión, un joven paseante llegó a un área donde se trabajaba febrilmente y, dirigiéndose a un operario que con un martillo y un cincel trabajaba una piedra, le preguntó: “¿Qué está haciendo?”. El operario le contestó con voz temblorosa e insegura: “Estoy tratando de dar forma a esta roca y es un trabajo difícil”. El joven continuó caminando y pronto se encontró con otro operario que cincelaba una piedra y que no aparentaba ni felicidad ni desdicha. “¿Qué está haciendo?”, le preguntó. “Estoy preparando una piedra para un edificio”, fue la respuesta. El joven continuó su camino hasta encontrarse con un tercer operario que martillaba sobre una piedra y cantaba feliz mientras trabajaba. “¿Qué está haciendo?”. El trabajador sonrió y contestó: “Construyendo una catedral”.
El profesor John Kotter presenta en su libro The New Rules un enfoque interesante sobre las mejores oportunidades de trabajo en las próximas décadas y las cualidades que diferenciarán a los triunfadores. Partiendo de la investigación sobre la trayectoria de 115 graduados de la Universidad de Harvard a lo largo de los últimos veinte años, construye una serie de respuestas a ciertos paradigmas a los que se enfrenta Occidente.
Las perspectivas del trabajo para satisfacer necesidades profundas individuales, emocionales y psicológicas han sido debatidas intensamente en los últimos años. Una reciente investigación en Estados Unidos sobre 30.000 trabajadores concluyó que, mientras que la mayoría de las personas tienen un sentimiento positivo sobre el tipo de trabajo que realizan, el 47 % manifiesta desagrado o ambivalencia sobre la organización para la cual trabaja, frente a un 34 % hallado en 1991. Los psicólogos sostienen que aquellas personas que pueden encontrar sentido a su trabajo normalmente pueden obtener más de él.
La cruzada no es sencilla. Involucra una compleja batalla espiritual entre la propia alma y los dictados del mercado. La revista Fortune, en un magnífico artículo publicado a finales de 1994, enfocaba el problema bajo el título sugestivo de “La finalización del trabajo”. Consideraba que el mundo moderno se enfrenta a un nuevo orden de creatividad y productividad en el cual el puesto de trabajo no forma parte de la realidad económica del futuro. Existirá, indudablemente, siempre una enorme cantidad de trabajo que se deberá realizar, aunque no contenido en la tradicional forma del puesto de trabajo. De hecho, numerosas organizaciones se han centrado en la disminución de puestos de trabajo bajo la óptica de la disminución de su tamaño (down sizing). ¿No sería más adecuado llamarlo “búsqueda del tamaño ideal” (right sizing)?
Las organizaciones están evolucionando rápidamente desde una estructura construida sobre el empleo hacia un campo en el que es necesario realizar un tipo específico de trabajo. Los puestos de trabajo son unidades artificiales superpuestas en este campo. Cuando la economía cambiaba lentamente, las discrepancias entre la matriz de empleo y la fuerza de trabajo podían ignorarse. En una nueva apertura tecnológica y en una economía de muy rápido movimiento, el trabajo es una solución rígida a un problema elástico. La respuesta pasaría por la creación de la organización post-puesto de trabajo, en la que las “posiciones” y el trabajo no sean tan fijos y unitarios y sí tengan cabida las capacidades que puedan reagruparse rápidamente según situaciones cambiantes. En este marco, los sistemas inmutables producirían dinosaurios.
Cada vez más, las personas en sus desempeños profesionales son intelectuales genuinos, y gestionar esta capacidad constituye una oportunidad. En este contexto, la intelectualidad debe verse tanto como la inclinación y ocupación a trabajar con ideas más que con cosas, con la mentalidad de concebir el propio trabajo con más originalidad y con una considerable inclinación a compartir ideas y valores con los demás –de forma escrita o verbal o electrónicamente–. Gestionar las organizaciones en esta “industria del conocimiento” es un arte más que una ciencia.
Para que las personas absorban shocks, necesitan un sentido de identidad lo suficientemente sano que les permita observar objetivamente los acontecimientos. Idealmente, la autoestima es un ingrediente esencial en este proceso. Las personas que dudan de sí mismas no pueden reaccionar cuando los cambios suceden. La tensión intelectual urge la necesidad de concebirse creativo, emprendedor, independiente, aunque asumiendo algún tipo de disciplina. El libro The New Rules es una buena fuente de la que beber estas ideas iluminadoras. Seguro que es un gran desafío, pero, al igual que un cambio evolutivo en las especies, diferenciará a los perdedores de los supervivientes. Después de todo, el futuro está configurado de sublime plasticidad: la habilidad de adaptarse y aprender.
Roberto Álvarez del Blanco
Profesor de Márketing y Estrategia de Marca en IE Business School y miembro del Comité Editorial de Manager Focus.
El libro
Dónde encontrar las mejores oportunidades de trabajo en las próximas décadas y las cualidades que diferenciarán a los triunfadores
John P. Kotter
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