Emilio Rincón sobre ‘Best Practices in Reengineering’
Emilio Rincón
Profesor de Informática de Gestión en ICADE
La reingeniería de los procesos de negocio, el BPR, sigue siendo la más famosa estrategia de cambio empresarial en la actualidad. En una época de cambio –cada vez más acelerado– como la que estamos viviendo, el concepto BPR está dando lugar a numerosos estudios, a un debate permanente y a mucha literatura. Sin embargo, el BPR es solamente una de las numerosas estrategias que se están aplicando para hacer frente a las crisis y para preparar a las organizaciones de todos los tamaños para que puedan seguir existiendo, por lo menos, en el próximo siglo.
¿Cómo puede justificarse el interés que despierta? Cualquier respuesta a esta pregunta no pasa de ser una opinión. La mía es que los criterios de trabajo en los que se fundamenta el BPR tienen una base que se puede estudiar y desarrollar científicamente.
Con un proyecto BPR no son compatibles los grupos de presión, ni la organización tribal, ni la sucesión por mecanismos de tipo hereditario, ni intereses económicos ilegítimos o contrarios a la misma empresa, ni luchas por el poder o movimientos de silla más o menos maquiavélicos.
El libro de Carr y Johansson aporta las conclusiones de un excelente estudio realizado sobre una muestra de 47 empresas americanas y europeas que han tenido éxito en el desarrollo de proyectos BPR. Es muy significativo, en cuanto a la fiabilidad de los autores y sus conclusiones, que en el libro se incluya la lista de esas empresas e incluso la hoja de trabajo que sirvió de base para el contacto y la recogida de información. También figuran con nombres y apellidos los diversos casos que han estudiado y que aportan como experiencia interesante en apoyo de sus tesis.
Estamos, pues, ante un trabajo muy concienzudo, del que han resultado 16 líneas de actuación principales, que son las best practices que dan título a la obra. Habida cuenta de cómo se ha llegado a ellas, son difícilmente discutibles. Además, se complementan con ocho consejos de síntesis, orientados a la mentalidad y disponibilidad que es preciso mantener de forma continua para desarrollar con éxito un trabajo de este tipo.
Dentro de estas líneas de actuación, hay algunas aportaciones que merecería la pena desarrollar más profundamente y que pueden ser un motivo de reflexión para los directivos de todas las empresas y un motivo de trabajo para sus departamentos de organización. Por ejemplo, todo lo que se refiere a la gestión del cambio. Es, muy probablemente, uno de los aspectos más importantes para el éxito de cualquier proyecto BPR y de cualquier movimiento en profundidad que se desee hacer en una organización. En este caso, los autores utilizan el modelo Burke-Litwin de gestión del cambio, pero, en mi opinión, deberían haberse detenido un poquito más en su análisis en relación con los casos estudiados.
Otro aspecto importante, sobre el que han insistido todos los que han escrito o hablado sobre BPR, es la necesidad del apoyo de la alta dirección. La aportación de este trabajo es muy clara, en el sentido de que el máximo ejecutivo de una empresa, si decide acometer un proyecto importante con una estrategia BPR, debe apoyar permanentemente el proyecto y mantenerse constantemente cerca de él. Esto implica considerarlo como una actividad vital, no como una tentativa más de remodelación que se delega en otro ejecutivo más o menos brillante y más o menos preparado para hacer frente al encargo.
Más sorprendente es la forma en que se han creado los equipos de trabajo y sus elementos en las empresas estudiadas. Otro evidente motivo de reflexión. Los equipos que se citan parecen muy numerosos y en ellos están incorporados muchos directivos de nivel superior. Para que las reuniones de trabajo de estos equipos sean productivas, es preciso que exista una disciplina muy estricta y que el liderazgo que aporte el máximo ejecutivo sea realmente fuerte. Además, es igualmente necesario que todos esos directivos compartan plenamente la idea que se está desarrollando, sin ningún tipo de estrategia contraria en la recámara.
Funcionando de esta forma, el beneficio es claro: la presión y el apoyo a la iniciativa llegan a toda la organización, con una fuerza equilibrada.
En resumen, la lectura del libro merece la pena. Además, puede ser una base de trabajo para toda organización interesada en trabajar en un entorno BPR o con problemas en el desarrollo de una acción de este tipo.
El libro
Las mejores demuestran cómo hacer bien una reingeniería de procesos
David K. Carr y Henry J. Johansson
La reingeniería de procesos puede ayudar a una empresa a mejorar radicalmente su competitividad mediante un cambio en el planteamiento de sus procesos medulares y no mediante reformas en sus [...]