Custodia Cabanas Ansorena sobre ‘People Styles at Work’
Custodia Cabanas Ansorena
Profesora de Comportamiento Organizacional del IE Business School. Doctora y MBA por el Instituto de Empresa
El mundo empresarial se está enfrentando a nuevas formas de organización más fluidas y descentralizadas, abandonando las estructuras jerárquicas tradicionales. Estos cambios vienen en parte provocados por el avance vertiginoso de las tecnologías, que están originando la aplicación de nuevos procesos y diferentes maneras de relacionarse con un entorno que adquiere cada día más importancia y que es global, multicultural y heterogéneo.
Como resultado, el presente aparece lleno de retos para el directivo, que tiene necesariamente que adoptar nuevos papeles y funciones, y consecuentemente desarrollar otras habilidades directivas de cara a adaptarse a los retos del futuro.
Las capacidades críticas para ser eficaz en las organizaciones del siglo XXI son, entre otras, la gestión del cambio, el trabajo en equipo, el desarrollo de “redes” de relaciones y contactos, y el saber relacionarse con personas cada día más diversas cultural y profesionalmente. Es decir, todas aquellas habilidades que implican la interrelación con personas.
El directivo ya no se puede apoyar en el “ordeno y mando” para ser eficaz; sin embargo, ha de saber utilizar la influencia y la toma de decisiones en equipos. Sin la herramienta de gestión del poder jerárquico a su disposición, se abren nuevas vías de actuación como la negociación, la mediación y el cultivo de “redes” de relaciones y contactos activos y eficaces.
Esto implica la necesidad de ser cada día más sensible a las relaciones interpersonales, que son la clave del éxito, ya que el directivo es cada vez más interdependiente.
Conscientes de esta necesidad, Robert Bolton y Dorothy Grover Bolton, en su libro People Styles at Work, nos proponen un modelo para facilitar las relaciones interpersonales basándose en la idea de que el comportamiento es previsible y manejable.
Los autores no pretenden catalogar inflexiblemente el comportamiento humano bajo ciertas etiquetas, sino que argumentan que todos tenemos un estilo dominante que tiende a marcar nuestra manera cotidiana de actuar.
Hay que tener presente que no existen estilos mejores ni peores; todos tienen puntos fuertes y débiles y cada uno de ellos puede llevar al éxito. Además, todas las organizaciones necesitan contar entre sus miembros con todos los estilos para ser eficaces.
La identificación de cada uno de los estilos se basa en la observación de los comportamientos que demuestran las personas con las que tenemos que relacionarnos.
La aplicación práctica del modelo implica flexibilizar el comportamiento propio de manera que encaje con el estilo ajeno identificado. En el análisis del modelo subyace la idea básica de que, a la hora de relacionarnos con los demás, es tan importante el contenido como la forma para construir una buena interacción.
A mi juicio, el valor de la obra es precisamente sensibilizar sobre la necesidad de observar el comportamiento de las personas que nos rodean, y de acuerdo con esas conclusiones tratar de ajustar y flexibilizar el comportamiento propio.
Los autores están pidiendo que seamos nosotros mismos los que nos adaptemos y cambiemos en la forma de relacionarnos con nuestro interlocutor, lo que implica unas buenas dotes de auto conocimiento y observación. Pedir a los demás que cambien su comportamiento es fácil, pero cuando se trata de flexibilizar el nuestro, el modelo se complica.
Son constantes a lo largo de toda la obra las claves del éxito en las relaciones interpersonales, que son, ni más ni menos, las capacidades de observación, comprensión y flexibilidad. Estamos hablando de cualidades humanas que se pueden ejercitar y sobre todo desarrollar.
Si somos capaces de observar y comprender tanto nuestro comportamiento como el de los demás y además somos capaces de adaptarnos a los requerimientos de las circunstancias, tendremos buena parte del camino del éxito en relaciones interpersonales andado.
Es todo un desafío al que los directivos están abocados para poder gestionar mejor las oportunidades y retos del presente y prepararse para los de la empresa del futuro.
Custodia Cabanas Ansorena
Profesora de Comportamiento Organizacional del IE Business School. Doctora y MBA por el Instituto de Empresa
El libro
La gestión productiva de las relaciones personales
Dorothy Grover Bolton y Robert Bolton
El comportamiento humano es más previsible y manejable de lo que pensamos. El modelo de los estilos de comportamiento permite establecer y gestionar de forma eficaz las relaciones constructivas [...]