Roberto M. Álvarez del Blanco sobre ‘The Hidden Intelligence’
Roberto Álvarez del Blanco
Profesor de Márketing y Estrategia de Marca en IE Business School y miembro del Comité Editorial de Manager Focus.
La autora del libro relata una experiencia personal iluminadora. Cuenta que, habiendo enviado su currículum a una empresa, al poco tiempo recibió una llamada del director de recursos humanos, quien, después de felicitarla por sus antecedentes, le requirió unos minutos para entrevistarla telefónicamente. Confiesa que su sentido intuitivo le indicó una cierta precaución para seguir el proceso.
La pregunta que se le formuló directamente fue “¿cómo crea sus programas de capacitación para directivos?”. Tras pensar breves instantes, la contestación que dio fue algo así como “después de comprender qué es lo que quiere alcanzar el grupo, comienzo a diseñar el curso intuitivamente”. Tan pronto como la palabra “intuitivamente” fue emitida, el interlocutor dijo gracias y dio por finalizada la entrevista cortando la comunicación. Con toda seguridad, asoció este término a un código de palabras próximas a las lunáticas.
Muchas personas creen que afrontar lo no racional fastidia, incomoda, acobarda. Si el interlocutor hubiera inquirido en profundidad, habría aprendido el valor asociado a la intuición. Lo que se ignoró en este proceso fue no racionalizar que en muchas ocasiones lo lógico y lo intuitivo pueden ser la misma cosa y producir idéntico resultado. Más aún, cuando no son lo mismo, lo intuitivo puede producir mejores resultados. La razón es que el enfoque intuitivo puede contribuir a llegar más rápidamente al centro del problema que el lógico, además de ser más completo.
La ironía surge debido a que cada vez que se pretende vivir más en un mundo predecible, el caos surge como realidad corriente. Nada es predecible, todo puede suceder y más vale aprender a vivir en este medio ambiente mutante. Promover la innovación como fuente de progreso continuo deliberadamente nos lleva a sumergirnos en más caos.
Al mismo tiempo, se está exigiendo, en nombre de la innovación, mayor creatividad y nuevas ideas que pueden ser campo fértil para mayor caos. ¿Cómo encontrar el equilibrio entre la capacidad creativa e innovadora manteniendo serenas y apaciguadas las ansiedades por lo nuevo? La respuesta podría ser: recurrir confiadamente a la intuición.
La intuición es un elemento invisible que siempre estará acompañado por la súbita erupción de la idea creativa. Permite comprender que esta idea creativa funcionará con éxito además de acotar el caso mediante un sentimiento y concepción revelador. La intuición es una función de la mente, ¿una inteligencia oculta? A pesar de que es común a todas las personas, pocas reconocen su existencia y muchas menos comprenden lo poderosa que puede resultar.
¿Por qué es importante indagar sobre la intuición? El actual mercado caótico exige innovación constante. Sin ella, la organización no sobrevive. Si la intuición lidera e impulsa la innovación, ¿cómo saber cuándo se ha sido intuitivo? El diccionario la define como el “acto intelectivo que proporciona el conocimiento de la cosas por su sola percepción, sin razonamientos”. En lenguaje corriente, es “la facilidad para percatarse de las cosas al primer golpe de vista o para darse cuenta, sin razonamientos o explicaciones, de cosas que no son patentes para todos”.
Los innovadores, por definición, son intuitivos, ya que a menudo su idea creativa e innovadora surge de un rápido proceso que parecería reconocer la respuesta correcta sin una involucración aparente de pensamiento lógico. Los innovadores son, básicamente, intuitivos ya que con esta inteligencia oculta es con la que guían sus decisiones más importantes.
Pocos admiten utilizarla en sus vidas por temor a que se los considere como algo soft y no como verdaderamente confiables y poseedores de virtud. Por el contrario, Sandra Weintraub nos invita inteligentemente a considerar este valor como hard, sugiriendo que es un sólido baluarte sobre el cual pueden depender y girar otros relevantes. Sin duda, necesitamos de una nueva forma de pensar para gestionar la realidad actual más sensible la intuición que a nuestra capacidad de observar y razonar objetivamente. Nuestras respuestas subjetivas son más sensibles y rápidas que las objetivas, por lo que la intuición debe promoverse mediante un mágico y romántico juego.
Roberto Álvarez del Blanco
Profesor de Márketing y Estrategia de Marca en IE Business School y miembro del Comité Editorial de Manager Focus.
El libro
La intuición, fuente de la innovación
Sandra Weintraub
El interés por la intuición surge como consecuencia de la necesidad de dar respuestas creativas en un entorno progresivamente complejo y cambiante para hacer frente a una competencia cada vez más [...]