Gabriela Salinas sobre ‘Doing What Matters’
Gabriela Salinas
Global Brand Manager en Deloitte.
Vivimos una época en la que los gestores se enfrentan muchas veces a gran cantidad de información, datos y teorías muchas veces contradictorios que, en lugar de prestar apoyo a la toma de decisiones, terminan por dificultarla. Ante esta situación, sólo aquéllos que sean capaces de priorizar, de destilar lo importante de lo accesorio, lo objetivo de lo subjetivo, y de actuar en consecuencia podrán ser realmente eficaces.
Destilar lo principal de lo accesorio, focalizarse en lo relevante, nos da la claridad de visión necesaria para actuar hoy con el fin de asegurarnos la fortaleza futura.
No obstante, ¿qué es lo que realmente importa? Existen al menos tres aspectos fundamentales que deberían concentrar la mayor parte de nuestros esfuerzos como gestores de una organización, cualquiera que sea su tamaño:
- Articular una visión para el negocio que sea relevante para los clientes, para el talento y para los accionistas. Aunque parezca un ejercicio sencillo, la falta de una visión claramente articulada es bastante común en muchas empresas.
- Implementar eficazmente la visión articulada. Para ello, debemos ser capaces de cumplir lo siguiente:
- Entender lo que significa para las diferentes audiencias. La visión y los valores asociados a ella se convertirán de este modo en el filtro a la hora de considerar cualquier acción corporativa o individual. Todas las iniciativas corporativas y puntos de contacto con las audiencias clave (comunicación, patrocinios, espacios, sistema de medición y retribución, etc.) deberían estar alineados con la visión.
- Lograr el apoyo político de la alta dirección y que sus miembros se comporten como verdaderos “campeones de la visión”.
- Ser pragmáticos y persistentes a la hora de impulsar las iniciativas necesarias para dar vida a la visión. Es importante basar nuestras decisiones en una información adecuada, un debate apropiado de las alternativas y un buen análisis. No obstante, también es necesario entender cuándo debemos terminar la etapa de debate y análisis y pasar a la acción. Nunca dispondremos de la base de información ideal para tomar todas las decisiones. Con los datos disponibles, debemos optar por la opción más razonable y, una vez escogida esta dirección, trabajar por ella sin descanso.
- Contar con una hoja de ruta que nos permita entender dónde estamos y hacia dónde debemos dirigirnos en cada momento para alcanzar nuestra visión. Esta hoja de ruta se convertirá en un elemento que aglutinará medidas estratégicas, financieras y funcionales clave, que nos permitirán entender si nuestras acciones están encaminadas o no en la dirección correcta, si están creando o destruyendo valor para nuestra marca.
Y… ¿por qué es esto importante? Porque implica tomar una decisión consciente sobre el lugar que queremos ocupar en el futuro. ¿O queremos que otros lo hagan por nosotros?
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