Manuel Cristóbal sobre ‘El mundo Groundswell’

Manuel Cristóbal

Director gerente y productor de Perro Verde Films y socio de 6SALES. MBA por Harvard

El impulso que las nuevas tecnologías han dado a todas las actividades humanas en los últimos años tiene en Internet su máximo exponente; gracias a las herramientas on-line, actualmente millones de personas interactúan y se relacionan entre sí a diario para comentar la actualidad, compartir experiencias, iniciar proyectos de colaboración o poner en común sus opiniones sobre productos, servicios o empresas. Por tanto, cualquier empresa que quiera seguir teniendo éxito debe tener en cuenta este movimiento, esta “oleada social” de la que hablan los autores del libro, ser capaz de encauzarlo y aprovechar ese potencial para reafirmar su presencia en el mercado y, al mismo tiempo, ofrecer a los clientes lo que ellos realmente prefieren.

Muchos directivos pueden caer en la tentación de pensar que se trata de una moda pasajera, al igual que Darryl Zanuck, entonces presidente de la Fox, afirmaba, refiriéndose a la televisión, que “la gente se cansará en seis meses de mirar una caja de madera en una esquina”, pero lo cierto es que las redes sociales y la interacción on-line han supuesto una verdadera revolución para la sociedad en la que vivimos. Esta revolución afecta a todos los ámbitos y sectores, pero el mundo de los contenidos audiovisuales es quizá uno de los que mejor la reflejan.

En realidad, en el sector del ocio y de los medios de comunicación podemos hablar de dos revoluciones digitales. Con la llegada de Internet, la primera revolución digital, fundamentada en la llegada de la movilidad a las comunicaciones y en el aumento de las posibilidades de elección para el consumidor, son los canales digitales y los teléfonos móviles. Actualmente estamos en el inicio de la segunda revolución, que es la que ha llegado con el aumento del ancho de banda, que facilita el acceso de los usuarios a programas, servicios y contenidos potencialmente ilimitados. La interactividad, la sencillez de la comunicación y los contenidos creados por el usuario son cada vez más comunes en el futuro hogar digital. Lo que observamos fundamentalmente en esta segunda revolución es un comportamiento muy distinto en el consumidor, que se traduce en un interés de acceso por su parte y en un control de los medios de comunicación a su antojo.

Los consejos que ofrece este libro van en línea con estas ideas, y los autores plantean estrategias en las que pueden apoyarse las empresas para aprovechar la fuerza de la “oleada”. Básicamente, se trata de prestar atención a todo este movimiento. Por un lado, las empresas deben escuchar a los usuarios para saber cuáles son sus necesidades y preferencias, además de ser conscientes de cómo es percibida su marca en la Red. Por otro, también deben “hablar” con los clientes –o incorporarse a las conversaciones que ellos ya mantienen de hecho–, para que la imagen de la empresa en Internet sea la que ésta quiere, no un producto de rumores o de opiniones individuales (que podrían corresponder a clientes insatisfechos). En definitiva, se trata de sumarse a la oleada, involucrarse con los clientes y crear comunidades que refuercen las relaciones de éstos con la empresa.

La distribución digital de los contenidos, la “blogosfera”, los wikis, el márketing viral en YouTube o las redes sociales como Facebook o MySpace son las caras de este nuevo entorno social y empresarial en el que, como ha ocurrido siempre, triunfarán las empresas que sepan adaptarse a él con rapidez y responder a los cambios antes que sus competidoras.