José María Gasalla sobre ‘Siete lecciones para liderar’

José María Gasalla

Profesor de Deusto Business School y presidente de Desarrollo Organizacional y de Talentum

No se puede pensar que una crisis es un episodio durante el cual hay que aguantar para, una vez superado, continuar haciendo lo mismo de siempre. La realidad después de una crisis es diferente; aparecen nuevos escenarios que posibilitan nuevas formas de pensar, nuevas formas de hacer.

En momentos de crisis cobra una especial relevancia el liderazgo, cuya misión principal es crear confianza. En estas situaciones, algunos profesionales se aturden, se desmoralizan, se deprimen, se bloquean, se vuelven incompetentes… También hay quienes esperan que alguien agite una varita mágica que señale el nuevo camino que hay que tomar y los haga salir de la situación.

La confianza no se puede crear solamente con palabras, ni surge de la inacción. Son los comportamientos los que van asentando esa confianza, tan necesaria entre las personas para salir juntas del aprieto. Existen siete factores que determinan el comportamiento de un líder capaz de inspirar confianza:

  1. El primero de ellos es la demostración de una gran competencia profesional, que debe ser exhibida en momentos diferentes y con grandes dosis de flexibilidad.
  2. El segundo factor es la consciencia: de uno mismo, de las fortalezas y también de los límites, del diferente y sus problemas, sus miedos, su realidad, etc.
  3. El tercer factor es la claridad, que significa comunicar la verdad, reconocer que la situación no es buena, asumir que el líder también tiene problemas.
  4. El cuarto factor es el cumplimiento: se refiere a llevar adelante lo que se dice, cumplir lo prometido.
  5. El quinto factor es la coherencia: este es un elemento crítico, ya que, si falla, la confianza en el líder y en la empresa desaparece. Con demasiada frecuencia se escuchan discursos no sentidos, no vividos. El ejemplo es una buena estrategia de comportamiento que crea espacios de confianza.
  6. El sexto factor es la consistencia, entendida como los cimientos concretados en valores. Los comportamientos deben estar alineados con unos determinados valores que se mantienen a lo largo del tiempo. No se pueden cambiar los valores que gobiernan el comportamiento basándose en la conveniencia de cada momento.
  7. El séptimo factor es el coraje: el líder debe actuar con valentía para ser él mismo, para tomar decisiones difíciles que incluso irán en contra de costumbres arraigadas o grupos de poder.

Aparte de estas siete “C”, este liderazgo para la crisis necesita reforzar su grado de autoconfianza, ya que es muy difícil confiar en quien no confía en sí mismo.

Llamo a este modelo de liderazgo “gestión por confianza”, cuya fórmula podría resumirse de la siguiente manera: GpC = 7C + A. Actuando sobre la base de este modelo de liderazgo se puede lograr el compromiso de los colaboradores para avanzar y salir de situaciones complicadas.

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