Rachida Justo sobre Brainsteering

Rachida Justo

En una era en la que casi todo el conocimiento está libremente disponible para todos, la célebre frase de Albert Einstein, «»La imaginación es más importante que el conocimiento»», nos recuerda que para ser creativo e innovador no es tan importante la cantidad de conocimiento o experiencia que poseemos como la capacidad para abstraernos de lo conocido y dar rienda suelta a nuestra imaginación.

La creatividad no es privilegio exclusivo de artistas y diseñadores. En realidad, es parte intrínseca del ser humano y algo que todos y cada uno de nosotros puede fomentar y perfeccionar. El libro de los hermanos Coyne nos proporciona algunas técnicas para lograrlo, basándose en varios ejemplos del mundo empresarial. Según los autores de Brainsteering, para generar ideas innovadoras, en primer lugar, hay que formular las preguntas adecuadas. La gente intenta resolver un problema en función de cómo se le plantea este, por lo que muchas empresas fracasan en sus intentos de innovar a causa de una formulación inadecuada o restrictiva de los retos a los que se enfrentan. Consideremos, por ejemplo, la siguiente pregunta: «»¿Cómo podemos incrementar las ventas de libros en nuestra tienda?»». Esta pregunta conlleva la asunción implícita de que los clientes deben acudir a nuestra tienda para comprar los libros. Al plantear el problema del incremento de las ventas de esta forma, estamos, por tanto, restringiendo las opciones posibles para alcanzar nuestro objetivo. En lugar de intentar innovar dentro de los límites marcados por esta pregunta, Amazon.com se replanteó la necesidad de tener tiendas físicas para comercializar sus libros y, con ello, revolucionó la industria de la «»librería»» tal como la conocíamos. Con su plataforma on-line, Amazon no solo consiguió aumentar el número de libros disponibles sin tener que invertir en tiendas más grandes o incurrir en mayores costes de inventario, sino que también logró disminuir el tiempo de espera para conseguir el libro deseado de ocho semanas a una media de cinco días. Esto, combinado con el novedoso sistema de evaluación on-line de libros por parte de los clientes, disparó sus ventas. Así, el arte de formular preguntas adecuadas integra y actualiza el concepto de pensamiento lateral acuñado en los años sesenta, que se caracteriza por producir ideas que estén fuera del patrón de pensamiento habitual. Al igual que el método del brainsteering, el proceso de pensamiento lateral plantea el problema de su forma más amplia. Esto permite explorar un número mucho más elevado de ideas posibles y rechaza de entrada toda respuesta obvia. Sin embargo, los autores plantean que hay que encauzar esta creatividad desenfrenada para poder generar ideas realmente útiles. Para ello reciclan un concepto conocido en el ámbito de la psicología social, el pensamiento convergente, que consiste en estructurar la información y las ideas y definir nuestro campo de reflexión para dar con la respuesta «»correcta»». Parece ser que, con la excepción de casos como el de Einstein, que fue un gran pensador divergente e ideó la teoría de la relatividad reflexionando de forma amplia sobre cómo se podía cabalgar en un rayo de luz, resulta más eficiente pensar «»dentro de la caja»» siempre y cuando esta haya sido elegida de forma cuidadosa. Dada la importancia de la capacidad de innovación y la creatividad en estos tiempos de rápidos cambios, el libro de los hermanos Coyne constituye una lectura obligada y una herramienta muy útil en cualquier proceso creativo.

 

Rachida Justo

Profesora de Gestión Emprendedora y Empresa Social en el Instituto de Empresa

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