Oriol Amat sobre ‘Financial Literacy for Managers’

Oriol Amat

Consejero de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), catedrático de la Universidad Pompeu Fabra y miembro del Comité Editorial de Manager Focus.

Las finanzas y la contabilidad son materias que afectan a cualquier persona relacionada con el mundo de la empresa y, por supuesto, a los directivos. No hay ninguna decisión empresarial que no tenga una dimensión financiera. Por ello, es imprescindible conocer las bases de estas materias, aunque las áreas de especialización profesional estén más cerca del márketing, los recursos humanos, la tecnología u otras facetas alejadas de la contabilidad y las finanzas.

Entre los temas clave que se deben entender bien están las cuentas anuales. El balance permite conocer el patrimonio de la empresa y su posición de endeudamiento y liquidez. A pesar de que se trata de información sobre el pasado de la empresa, muchas de sus partidas incluyen estimaciones sobre el futuro, por lo que no siempre gozan de total fiabilidad, aun cuando estén auditadas, como, por ejemplo, cuando se determina la cobrabilidad del saldo de un cliente o el valor de unas mercancías o un edificio. La cuenta de resultados ayuda a entender la capacidad que tiene la empresa para generar riqueza. El estado de flujos de efectivo informa de cómo la empresa gestiona su liquidez. Estos estados contables son claves para evaluar la concesión de un préstamo, determinar si las acciones de la empresa son una buena alternativa para sus accionistas o establecer cómo reestructurar una financiación.

Los errores en finanzas y contabilidad pueden convertir un buen proyecto empresarial en un estrepitoso fracaso

Además de esta información contable externa que la empresa suministra a los accionistas, a los bancos o a Hacienda, hay que disponer de información para la gestión. Para ello, hay que calcular costes de productos, procesos, clientes, canales de distribución y departamentos. De esta forma se pueden evaluar decisiones tan relevantes como la fijación de precios de venta, los descuentos, la potenciación o eliminación de productos, la externalización de procesos, etc. En la misma línea, la reducción de costes es una prioridad para muchas organizaciones. Sin embargo, para poder tomar estas decisiones se precisa información fiable de las alternativas existentes y de sus consecuencias económicas.

Las finanzas también ayudan a adoptar decisiones correctas de inversión y financiación. De hecho, uno de los principales objetivos de cualquier empresa con ánimo de lucro es crear valor para sus accionistas. Para ello, se ha de conseguir que las inversiones den un rendimiento superior al coste de la financiación y permitan retribuir al accionista de acuerdo con sus aspiraciones. A través de las decisiones de financiación se trata de conseguir una combinación adecuada de fondos, teniendo en cuenta el plazo de devolución y el coste financiero que generan. Esto requiere un equilibrio entre capital y deuda, así como entre deudas a corto y deudas a largo plazo.

Sin duda, estas materias no son las más importantes en una empresa. Áreas como el producto, la tecnología, los clientes o las personas son más determinantes del éxito empresarial. Sin embargo, los errores en finanzas y contabilidad pueden convertir un buen proyecto empresarial en un estrepitoso fracaso. Por tanto, entender y gestionar bien las finanzas y la contabilidad es una condición indispensable, aunque no suficiente, para el éxito de una empresa.

Oriol Amat

Consejero de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), catedrático de la Universidad Pompeu Fabra y miembro del Comité Editorial de Manager Focus.

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