Andreu Veà sobre ‘La tercera ola’

Andreu Veà

Presidente de la Internet Society (ISOC-ES) y Digital Champion for Spain (European Commission)

Internet está entrando claramente a trompicones, en olas. Esta última ha llegado a alcanzar incluso a las generaciones de mayor edad, a las que aún no había llegado a encontrar más arriba en la montaña de la vida. Sin embargo, esta vez Internet no solo ha venido como una gran ola, sino que se ha fundido como gotas de agua sobre las cabezas de todos gracias a la ubicuidad que dan la movilidad de las conexiones y su mayor sencillez.

En los años setenta se crean muchas de las capacidades de red de las que disfrutamos ahora (e-mail, FTP, muchos de los programas básicos…), seguidos de una etapa de cinco o seis años sin grandes avances. De 1978 a 1983 vuelven a pasar muchas cosas (por ejemplo, se hace oficial TCP/IP), a los que siguen varios años sin olas. En 1989 se crea la Web y cambia todo el paradigma porque desubica los contenidos, lo que supone la gran revolución, para producirse otro gran salto en 1997 con el nacimiento de Google, que ya no se basa en la búsqueda por categorías, sino por “Search”.

Hoy en día, en lo que respecta a los servicios se avecina el Internet de las cosas o, más bien, el Internet de todas las cosas. Sin ir más lejos, soy un divulgador e “implantador” de esta tercera ola… De forma experimental, tenemos la casa llena de sensores, mido mi peso dos veces al día, monitorizo el CO2 de las habitaciones y la temperatura cada media hora. Tengo sensores corporales que miden el sueño, cámaras de solapa que disparan una foto cada 30 segundos, haciendo un timelapse de toda mi vida… Tengo un big data de mí mismo que me facilita la toma de decisiones y el uso de cualquier cosa de forma inteligente.

El termostato de mi casa está conectado a Weather.com y él solo se programa según la previsión del tiempo, además de conocer la ubicación de los miembros de mi familia para preparar la temperatura ideal cuando lleguemos a casa. Toda esta información me ha permitido asimismo reducir el consumo de electricidad de mi comunidad en un factor 16 (no un 16 %, sino 16 veces), lo que nos puede dar una idea de lo que se podría conseguir en el ámbito industrial, teniendo también en cuenta su impacto en el ámbito medioambiental y de sostenibilidad, ya que para cada vatio que llega al consumo es necesario generar 500 vatios en origen.

Indudablemente, desde el punto de vista de la tecnología de red, el futuro será más rápido, más pequeño (todo se va integrando) y aún más barato. En lo que respecta a las aplicaciones, no sé, no contesto, al igual que nadie supo predecir WhatsApp, Hotmail o Skype. Lo que sí está claro es que todo lo que se enfrenta a Internet esta lo tritura. Los monopolios se aceleran y son globales. Mientras que las empresas tenían hasta ahora una media de vida de 69 años, esta es hoy de 15.

Internet acaba de empezar. A partir de este momento, con fibra, teléfonos smart, las personas de edad más avanzada se van sumando como usuarios, creando nuevas oportunidades… Hasta ahora Internet era un gimnasio en el que nos entrenábamos unos pocos. Ahora empieza a empezar de verdad, pero nada conocemos del gran cambio a mejor que experimentaremos.

Andreu Veà

Presidente de la Internet Society (ISOC-ES) y Digital Champion for Spain (European Commission)

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