Descripción
Hoy en día es esencial ser capaz de trabajar en equipo para poder desenvolverse correctamente en cualquier empresa. De hecho, es una de las cualidades que más se valora en las entrevistas de selección. Sin embargo, los jugadores ideales de equipo son un bien muy escaso en el panorama laboral actual. El problema está en que no se alcanza a entender qué es un jugador ideal de equipo y qué características debe tener, entre las que destacan la humildad, el hambre y la empatía.
Claves
- La importancia del trabajo en equipo.
- Tres cualidades esenciales: humildad, hambre y empatía.
- El modelo del jugador ideal de equipo.
Hoy en día es esencial ser capaz de trabajar en equipo para poder desenvolverse correctamente en cualquier empresa. De hecho, es una de las cualidades que más se valora en las entrevistas de selección. Sin embargo, los jugadores ideales de equipo son un bien muy escaso en el panorama laboral actual. El problema está en que no se alcanza a entender qué es un jugador ideal de equipo y qué características debe tener, entre las que destacan la humildad, el hambre y la empatía.
La humildad se refiere a aquella capacidad de no acaparar todo el mérito, repartiéndolo entre los demás, y señalando las aportaciones del resto de los miembros. En realidad, la humildad es una cualidad indispensable en un jugador ideal de equipo. En torno a esta característica, se distinguen dos tipos de personas que carecen de ella: aquellas abiertamente arrogantes, que suelen centrar todo en ellas mismas, y las personas que carecen de confianza en sí mismas, ya que son incapaces de comprender su propia valía.
El hambre la tienen aquellas personas que siempre están buscando algo más que aprender y más responsabilidades que asumir. No suelen tener que ser presionados para trabajar más, sino que están dispuestos a redoblar sus esfuerzos cuando se necesite. Sin embargo, es necesario que el hambre esté orientada hacia el equipo, y no hacia el propio individuo.
Finalmente, la empatía no se refiere a la capacidad intelectual, sino que es más simple. Únicamente hace referencia al sentido común al tratar a los demás y tiene que ver con la capacidad de mantener relaciones interpersonales.
En definitiva, para ser un jugador ideal de equipo es necesario disponer de las tres cualidades definidas. Aquellos que carezcan de alguna de ellas, si no se encuentran demasiado alejados del ideal del jugador de equipo, podrán trabajar con el objetivo de acercarse a él.
Tribuna
Autores
Patrick Lencioni
Fundador y CEO de The Table Group. Considerado por The Wall Street Journal como uno de los principales expertos mundiales en gestión de equipos, es autor de más de once libros y de numerosos [...]
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