Descripción
Las personas tienen, a lo largo de su vida, lo que se conoce como “momentos decisivos”. Estos momentos son experiencias trascendentales que han vivido y que permanecen en su memoria. Muchos piensan que este tipo de momentos simplemente ocurren. Sin embargo, esto no es así, ya que es posible crearlos. De esta forma, es posible generar experiencias que los clientes recuerden y valoren. Para crear este tipo de momentos decisivos son necesarios uno o más de los cuatro siguientes elementos: elevación, percepción, orgullo y conexión. No se necesitan los cuatro, pero es habitual que un momento decisivo sea la combinación de varios de ellos.
Claves
- Los cuatro elementos clave para crear momentos decisivos.
- Cómo hacer que los momentos importen.
- Tres estrategias para elevar un momento.
Las personas tienen, a lo largo de su vida, lo que se conoce como “momentos decisivos”. Estos momentos son experiencias trascendentales que han vivido y que permanecen en su memoria. Muchos piensan que este tipo de momentos simplemente ocurren. Sin embargo, esto no es así, ya que es posible crearlos. De esta forma, es posible generar experiencias que los clientes recuerden y valoren. Para crear este tipo de momentos decisivos son necesarios uno o más de los cuatro siguientes elementos: elevación, percepción, orgullo y conexión. No se necesitan los cuatro, pero es habitual que un momento decisivo sea la combinación de varios de ellos.
Los momentos de elevación son experiencias que sobresalen de lo cotidiano; son picos, como, por ejemplo, una competición deportiva o una presentación a un cliente. En este sentido, lo primero que hay que hacer es tapar los hoyos en la experiencia de los clientes, es decir, las experiencias desagradables, y a partir de aquí crear experiencias que se salgan del guion, que supongan una sorpresa.
Los momentos de percepción son aquellos que aportan revelaciones a la persona que los experimenta cuando tropieza con la verdad. En este tipo de momentos desempeñan un papel muy importante los mentores, ya que consiguen que la persona dé lo mejor de sí misma y que puedan producirse estas revelaciones.
Los momentos de orgullo son el reflejo de uno mismo cuando supera retos. Para generarlos, es interesante multiplicar los hitos, es decir, crear muchas líneas de meta en el camino hacia el objetivo final para motivar y generar orgullo.
Finalmente, los momentos de conexión son los momentos sociales. Quizá son los más memorables, ya que implican a otras personas. Se trata de generar momentos que unan a un grupo de personas. Para ello, sobre todo es importante crear un objetivo común que motive a los integrantes para que den lo mejor de ellos mismos.
En definitiva, se trata de dedicar los esfuerzos necesarios para crear este tipo de momentos, ya que son los que permanecen en la memoria de los clientes y los que más valorarán.
Tribuna
Autores
Chip Heath
Profesor de Comportamiento Organizacional en la Graduate School of Business de la Universidad de Stanford.
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