La importancia del cuándo

Esther Somoza

A menudo nos preguntamos cómo hacer las cosas para obtener resultados óptimos. Analizamos todas las posibilidades, estudiamos y nos preparamos para disponer de herramientas y estrategias para desarrollar habilidades que nos permitan alcanzar nuestras metas personales y profesionales.

Como formadora en habilidades directivas, me he formado y he formado en estrategias de negociación eficaces, comunicación efectiva, habilidades de liderazgo y gestión de equipos de alto rendimiento. He aprendido modelos, técnicas y tácticas que nos ayudan a resolver situaciones complejas y trazar el camino hacia nuestras metas. Formo a mis alumnos en cuáles son los elementos que se deben tener en cuenta en una negociación exitosa: la manera de comunicarte eficazmente, incluso en situaciones de conflicto; tener herramientas para autogestionar las emociones y ser proactivo; las claves de los equipos de alto rendimiento; cómo atender y aprovechar la diversidad; cómo utilizar modelos que nos permiten afrontar las situaciones de conflicto de forma constructiva, etc., haciendo con ello crecer al equipo y alcanzar la madurez.

Escoger el momento adecuado es tan importante como la preparación, las habilidades, las tácticas y los modelos

Profundizamos en el cómo e incluso en el qué, pero quizá se nos olvida analizar el cuándo. ¿Cuándo es mejor abordar una negociación? ¿Hay un momento del día mejor que otro? Analizamos los diferentes estilos negociadores, pero ¿tengo en cuenta si la otra parte es una alondra o un búho? Esa información podría indicarme a qué hora del día es mejor reunirme con la contraparte. ¿La reunión es una primera toma de contacto? Quizá sea mejor programarla por la mañana. ¿Es una reunión para generar opciones creativas en la negociación? Tal vez sea mejor por la tarde (somos más creativos). Si tengo que dar un feedback importante a uno de mis colaboradores, puedo preguntarme: ¿en qué momento mi colaborador será más receptivo para ampliar mi capacidad de influencia? Si tengo que preparar una propuesta para un cliente importante, ¿cuándo debo prepararla? En mi caso, si es una propuesta que requiere poner en marcha mi cerebro creativo, claramente debo hacerlo de noche; en cambio, mi socia, a primera hora de la mañana, con un café en la mano. ¿Cómo afectan los biorritmos a nuestra capacidad creativa? Cuando tengo que tomar una decisión importante, ¿qué determinará el destino de mi departamento? ¿Cuál es el momento óptimo para tomar decisiones? Dependiendo de la hora del día en la que tome la decisión puede variar el rumbo que vamos a seguir.

En el mundo de las organizaciones nos movemos por tiempos que marcan “los otros”, las urgencias, las agendas, los tiempos disponibles (aunque no sean óptimos), etc.; incluso la disponibilidad de salas llega a marcar el momento de una reunión. ¿Escogemos el momento más adecuado para cada actividad? Desde el ámbito de la formación, hemos experimentado muchas veces el fracaso o el éxito de un programa dependiendo de la franja horaria en la que se imparta ese programa.

Quizá sea el momento de atender con mayor intensidad y foco al cuándo. Si ofrezco un feedback constructivo, asertivo y de valor, pero no en el momento adecuado, el resultado puede ser desastroso; si tomo una decisión importante en el momento del día en el que soy más negativo o excesivamente positivo, puede verse afectado el rumbo de los acontecimientos; si trato de generar ideas en mi momento menos creativo, llegaré a pensar que “yo no soy creativo”; si tengo una reunión de negociación importante en un momento poco propicio para generar confianza y sintonía, no tendré otra oportunidad de causar una buena primera impresión.

Escoger el momento adecuado es tan importante como la preparación, las habilidades, las tácticas y los modelos.

 

Esther Somoza

Fundadora y directora de DelSoM, así como profesora de desarrollo de habilidades para el liderazgo de personas y equipos en EADA y en la Universidad Ramón Llull.

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