Descripción
La estrategia es uno de los temas más discutidos en el mundo empresarial actual, debido a la complejidad que implica este concepto. No existe un consenso teórico en este sentido, sino que más bien cada persona debe trabajar por encontrarle un sentido a la estrategia. Las experiencias que se van viviendo marcarán, en buena medida, la forma en la que cada persona toma decisiones y su forma de gestionarla.
Claves
- Los 4 modelos clave para elaborar una estrategia
- La matriz “importante – urgente”
- La fórmula de François Miqueu
La estrategia es uno de los temas más discutidos en el mundo empresarial actual, debido a la complejidad que implica este concepto. No existe un consenso teórico en este sentido, sino que más bien cada persona debe trabajar por encontrarle un sentido a la estrategia. Las experiencias que se van viviendo marcarán, en buena medida, la forma en la que cada persona toma decisiones y su forma de gestionarla.
La estrategia tiene que ver con cumplir los objetivos, con diseñar el camino para conseguir que las cosas pasen. En este sentido, es vital centrarse en las posibilidades existentes, más que en las limitaciones. También tiene mucha importancia la gestión del tiempo, y por eso es aconsejable confeccionar una agenda anual, que permita dar cabida a las actividades que ayudarán a conseguir los objetivos marcados.
Para acercarse a los objetivos es crucial centrarse en aquellas tareas que sean a la vez importantes y no urgentes, ya que esto permitirá resolver los problemas e identificar nuevas oportunidades. Además, uno de los primeros pasos es contestar a la pregunta de qué es ganar para cada uno. Para poder establecer una estrategia, es imprescindible haber definido previamente el éxito que se desea alcanzar.
Una vez definido el éxito, el elemento clave es el siguiente: enamorarse del futuro. Se debe pasar tiempo en el futuro, para poder así adelantarse a él y crearlo de la forma que se desee. Se trata de escribir del futuro, y no de leerlo. De esta forma, cuando llegue el momento, se estará preparado y será posible ir por delante.
Después, se debe pasar a definir las prioridades estratégicas. Se debe tomar la premisa de intentar dejarlo escrito en una sola página. Para ello, es muy útil utilizar esquemas de pensamiento ya desarrollados. El primero es el llamado PESTEL, que permite analizar las fuerzas del entorno. También resulta útil incluir el modelo de las cinco fuerzas de Porter, con el fin de analizar la competitividad que existe en un sector, y cómo utilizarla a favor.
Existen otros modelos a tener en cuenta, pero lo importante en realidad es vivir experiencias y obtener un retorno de ellas muy relevante: el aprendizaje. La acumulación de experiencias vitales mejora la capacidad de tomar decisiones y, en consecuencia, la capacidad de escribir el futuro.
Tribuna
María Fernanda García Rodríguez
International Legal and Business Affairs Director en Graells March Abogados
Autores
Miquel Lladó
Profesor de Dirección Estratégica & Liderazgo en IESE Business School, con experiencia ejecutiva de máximo nivel en numerosas organizaciones multinacionales.