Descripción
Una de las metas fundamentales del ser humano, desde sus orígenes, es ser feliz, un concepto que conforme avanza la sociedad alcanza cotas más altas. Este anhelo no es ajeno al entorno de las organizaciones, por lo que para proporcionar la respuesta adecuada es necesario tener clara cuál es la capacidad real de influencia en este desafío, de crear una cultura de empresa feliz.
Claves
- El responsable de la felicidad
- El ROI de la felicidad laboral
- Barreras y aceleradores de la transformación
Una de las metas fundamentales del ser humano, desde sus orígenes, es ser feliz, un concepto que conforme avanza la sociedad alcanza cotas más altas.
Este anhelo no es ajeno al entorno de las organizaciones, por lo que para proporcionar la respuesta adecuada es necesario tener clara cuál es la capacidad real de influencia en este desafío, de crear una cultura de empresa feliz. No se trata éste de un objetivo baladí, sino que permite generar empresas más sostenibles y con mejores resultados de negocio. Va más allá de una visión romántica para poner el foco en generar un retorno de la inversión para aquellas organizaciones que invierten dinero, tiempo y esfuerzo en la felicidad laboral de sus equipos.
La psicología positiva ayuda a trabajar en este propósito, distinguiendo tres tipos de felicidad: la hedonista o placentera, centrada en las emociones positivas, como la alegría, la gratitud o la esperanza; la felicidad que se siente al desarrollar una tarea en la que se desarrollan las capacidades propias; y la felicidad que se alcanza al hacer algo que da sentido a nuestra vida.
La teoría del bienestar subjetivo, SWB en inglés, ayuda también a entender la capacidad real de influencia, afirmando que nuestros genes determinan en un 50 % nuestra felicidad, las circunstancias que nos rodean un 10 % y las actividades que realizamos a diario se encargan del 40 % restante. Esto permite inferir que las empresas tienen la posibilidad de influir hasta en un 50 % en la felicidad de las personas que la integran.
Para lograrlo, es necesario trabajar las circunstancias que rodean el día a día, ya que sería muy torpe pensar que la felicidad personal y la laboral son estancas. Las nuevas generaciones que se incorporan al mercado laboral no están dispuestas a desperdiciar su tiempo en una actividad que no les permita ser felices.
Hoy el entorno de las organizaciones está viviendo grandes revoluciones, cada vez más continuas, que están produciendo importantes cambios, entre los que se encuentra la decisión de invertir en la felicidad de sus empleados.
De hecho, son varios los estudios que demuestran cómo las empresas con empleados felices alcanzan mejores resultados que sus pares, en las que el objetivo de la felicidad no entra en sus planes.
Entre los grandes cambios que se están produciendo se encuentran la globalización, el entorno retador en el que se desarrolla la actividad, la necesidad de transformación y la gestión del cambio, el desafío de la tecnología, con la robotización y la inteligencia artificial. La reciente época pandémica ha potenciado la aparición del trabajo líquido y remoto, junto a la necesidad de nuevas habilidades para desarrollar el trabajo. La incorporación de nuevas generaciones en las organizaciones, que han llegado pisando fuerte, es también otro de estos factores que están cambiando de forma drástica las reglas de juego.
Tribuna
Autores
Manu Romero
Autor del blog de felicidad laboral y experiencia del empleado más seguido a nivel mundial, es CEO del Departamento de Felicidad y fundador de Future of People Academy.