Andrés Fontenla sobre ‘Dar y recibir’
Andrés Fontenla
Socio director de Fontevalue Consulting y experto en búsqueda de directivos
Un tema que no deja de intrigarnos a lo largo de nuestra vida son las claves para que todo nos vaya bien. Te lo planteas cuando eres un adolescente lleno de dudas e ilusiones; también cuando te estás esforzando durante la universidad y pensando seriamente sobre el futuro profesional; continúas rumiando la idea cuando eres un ejecutivo ya breado con las vicisitudes del trabajo; y, desde luego, se hace más evidente en el atardecer de la vida profesional, que suele coincidir en el tiempo cuando los hijos alcanzan suficiente edad para que la reflexión alcance una nueva vigencia.
Me ha sorprendido gratamente la aplastante lógica de Adam Grant, profesor de Gestión en la Universidad de Wharton, en su libro Give and Take, un líder de ventas del New York Times y destacado por prestigiosas instituciones, como McKinsey Publishing o Harvard Business Review. Su juventud no le ha impedido apreciar y exponer con brillantez este aspecto tan antiguo de la condición humana como es la generosidad y su repercusión en el desenvolvimiento en la vida, tanto en el ámbito personal como en el profesional.
El hombre es un ser social por naturaleza y es esta esencia la que le ha permitido sobrevivir a lo largo de su evolución. La generosidad y el individualismo han tenido una reñida batalla, en cuyo equilibrio se ha fundado el progreso humano. Pues bien, el estudio de la repercusión de esta dualidad traída a nuestros tiempos y a la competitiva vida cotidiana es lo que aplica el autor para identificar comportamientos que facilitan el camino al éxito en sentido amplio, unido a factores ya comunes, como el trabajo duro, el talento e incluso la dosis de azar.
¿Quién tiene más probabilidad de alcanzar el triunfo? ¿Será, tal vez, la persona que tiene una actitud “donante” ante la vida, esto es, aquella que se da a los demás y comparte continuamente de forma desinteresada? ¿O será acaso el “receptor”, es decir, aquel que es capaz de extraer de los demás la esencia de lo que le interesa por encima de las necesidades de estos últimos?
El autor apuesta como opción ganadora por la de darse a los demás, puesto que a la larga genera un efecto contagio que neutraliza las envidias o recelos. En el caso del receptor, en su afán por satisfacer su propio interés o por pura autoprotección, se puede llegar a provocar un perjuicio y a despertar con más facilidad la animadversión en los demás. Sin duda, una posición puente entre ambas orillas, y desde luego bien adaptada a cada caso, determinará una mayor efectividad, eso sin olvidar la necesaria dosis de ambición para evitar que el donante sucumba en el intento.
El libro es, en definitiva, la constatación científica del viejo aforismo “Se consigue más dando que pidiendo”… con aplicación al mundo profesional. Además de reflexiones generales, está plagado de historias ilustrativas que sirven de inspiración. Como reflexión final, me pregunto cómo, desde la perspectiva de la educación, podríamos también fomentar en nuestros jóvenes este espíritu tan edificante de darse a los demás.
El libro
Por qué ayudar a los demás conduce al éxito
Adam Grant
Es habitual pensar que las personas desinteresadas que favorecen a los demás a su propia costa pueden perjudicar su éxito laboral. Es más, son numerosas las investigaciones que concluyen que, [...]