Anticipar el futuro

Francisco Martín

Consejero delegado de BigML, referente en el mercado del ‘machine learning’

Nunca me habían pedido escribir una columna para un libro en el que apareciera en los reconocimientos y, además, cuyo autor me hubiera regalado y dedicado personalmente mi ejemplar. De hecho, nunca antes me habían pedido escribir una columna. Por tanto, lo que se puede esperar a continuación solo son grandes elogios para Enrique Dans y su segundo libro.

Viviendo en el futuro es un reflejo de tres de las muchísimas virtudes del autor (y su cómplice, Sú): constancia, independencia y sabiduría.

Correr ha sido una de mis grandes pasiones. En 2010 me prometí correr los 365 días del año, lo que se convirtió en uno de los desempeños más duros que nunca he acometido, por la diversidad de situaciones en las que me veía obligado a cumplir mi promesa. No puedo imaginar los sacrificios que conlleva escribir con tan singular y regular disciplina como ha hecho Enrique, cada día, durante más de diecisiete años. Esa constancia lo hace irrepetible e irreplicable.

Optimismo versus paciencia

Como tecnólogo, mi trabajo es anticipar el futuro para después crear, transformar o transferir tecnología que pueda proporcionar una ventaja competitiva a quien la utiliza. Llevo haciendo eso veinte años y, de forma repetida, la gran mayoría de los proyectos en los que he participado y han fracasado lo han hecho no por ser malas ideas o, incluso, malas implementaciones, sino por adelantarse al futuro.

No hay nada peor que enamorarte de tus propias ideas o ser demasiado optimista respecto a cuánto y cómo se adoptarán ciertas tecnologías o, quizá, no ser suficientemente paciente para esperar ese poquito más que las termina haciendo factibles. En estas situaciones es donde la independencia de Enrique es de incalculable valor. Es una brújula cuyo norte es el futuro factible. La de innumerables caminos en los que he evitado perderme gracias a su irrepetible e irreplicable brújula. No le podría estar más agradecido por ello.

Por último, voy a intentar explicar en mi propia jerga por qué Enrique es una de las personas más preparadas de este planeta para saber cuándo el futuro se va a hacer presente. Durante más diecisiete años ha tomado de forma constante e independiente el riesgo de decirnos, además por escrito y muchas veces por duplicado (en inglés y español), lo que va a pasar y lo que no va a pasar. Ha ido acumulando un extenso conjunto de casos positivos y casos negativos de cuán cerca o cuán lejos están ciertas tecnologías y cuál ha sido su impacto en nuestras vidas (un dataset en la jerga del aprendizaje automático).

La gran mayoría de los proyectos en los que he participado y han fracasado lo han hecho no por ser malas ideas o, incluso, malas implementaciones, sino por adelantarse al futuro

Viviendo en el futuro es, de hecho, un modelo (en la jerga del aprendizaje automático) creado a partir de ese dataset, que ha sabido convertir en doce reglas de oro a través de las cuales nos transmite toda la sabiduría acumulada; además, con un estilo cercano y accesible dadas sus grandes dotes de comunicador. Me muero de ganas de que Enrique reentrene de nuevo su modelo y nos lo vuelva a compartir en un tercer libro. Solo él sería capaz de repetirse y replicarse con la calidad de Viviendo en el futuro.

El libro

Escribe y pulsa intro para buscar