Cuerpo, emociones, mente y propósito

Pablo Martínez Arroyo

Socio fundador del Instituto Español de Psiconeuroinmunología (IEP) y exjugador profesional de baloncesto en la ACB

“He tenido momentos de alegría, no se vayan a creer. Ayer me proponían una cita y me iba raudo detrás de lo que fuera. Sin darle tantas vueltas a lo que pudiera suceder. Y me lo estaba pasando muy bien. Hoy, en cambio, quiero irme de aquí. No tengo ganas de nada. Lo peor de esta sensación puede ser eso. Esa misma sensación de ‘¿Qué diablos hago yo ahora? Este no es mi sitio?’. Es la vuelta a un estado de inapetencia. Simplemente quiero que me dejen en paz. El tanque de energía está totalmente vacío”.

Encontré estos folios escritos en un viejo cajón de una casa de campo. El papel estaba muy desgastado. La tinta, corrida. No era fácil leer el texto entero. Cuando traté de averiguar a quién pertenecía esta confesión, me topé con una cita al pie de la página: “El ser humano es lento en todos sus adelantos. Y, si bien camina individualmente hacia la verdad, suele siempre tardar en encontrarla” (Mariano José de Larra).

El texto no estaba firmado, ni tenía remitente, ni fecha concreta, ni destinatario. Probablemente ustedes le hayan adjudicado incluso un género. Yo jamás me atrevería a hacerlo. Una cosa tengo clara: a nuestro antepasado le habría venido mejor, en esa inapetente tarde de quién sabe cuándo, una buena dosis de vitamina X, recetada por Pilar Jericó, José Luis Llorente y Jesús Vega, que la cita de un escritor que acabó suicidándose por una frustración amorosa.

Cuerpo, emociones, mente y propósito. Algo que la sociedad actual está colocando en un lugar tan relevante resulta que siempre fue un asunto de primera necesidad. Estas cuatro fuerzas, que los autores de Vitamina X nos van desgranando a lo largo de este libro, fueron siempre los mejores combustibles para llenar ese tanque vacío al que se refería el personaje.

Díganlo con otras palabras: comer y descansar bien, tomar las mejores decisiones, eliminar las distracciones y encarar la vida con un objetivo. Es innumerable la cantidad de publicaciones científicas que actualmente ponen el foco de atención en el estilo de vida no solo para comprender la aparición y el desarrollo de patologías crónicas, sino también para plantear estrategias de intervención basadas en la adquisición de hábitos nutricionales, de actividad física regular y, en definitiva, de conductas permisivas hacia el gasto de energía.

Es necesario llevar nuestra mente a un entorno creativo, o de aprendizaje satisfactorio, que nos conecte con sistemas superiores a nosotros, como el arte o la naturaleza

Déjenme por último evidenciar la importancia de nuestro entorno. El profesor Bernardo Ortín, colaborador del Instituto Español de Psiconeuroinmunología (IEP), suele compartir con los alumnos un viejo refrán hebreo que dice así: “Cuando un ser humano hace un gesto, seis generaciones le observan”. Es la llamada “conciencia ecológica”, una expresión utilizada por Gregory Batteson para resaltar la necesidad de llevar nuestra mente a un entorno creativo, o de aprendizaje satisfactorio, que nos conecte con sistemas superiores a nosotros, como el arte o la naturaleza. Cuando una persona pierde esa capacidad de conexión y su conciencia ecológica disminuye, hasta el sistema inmune más robusto acabará resintiéndose. No esperen a eso para probar esta Vitamina X.

El libro

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