‘Factfulness’, puerta a nuevas oportunidades

Raquel Cabezudo

Se da la paradoja de que, en un mundo en el que cada vez se miden y analizan más datos en todos los ámbitos, nuestra concepción sobre lo que ocurre está influenciada, en buena medida, por la percepción desactualizada de hechos, titulares en medios de comunicación y campañas en redes sociales e Internet, que impactan en el proceso de conformar una opinión. En definitiva, no somos conscientes de la realidad de los hechos, es decir, del conocido factfulness y de sus bondades.

Por todos es sabido que vivimos en una actividad frenética y, más bien, diría que vivimos en un modo supervivencia que no nos permite conectar con la realidad en su esencia. Tenemos fuertemente adheridos condicionantes mentales, como la negatividad, el miedo, la dualidad y el juicio, que nos impiden la toma de consciencia.

La exposición constante a noticias negativas o falsas nos hace olvidar que el avance es posible y que, de hecho, hemos evolucionado y tenemos múltiples oportunidades a nuestro alcance, pero solo vemos perspectivas únicas y extremos.

Nos movemos en un entorno en el que una minoría profundiza sobre aspectos que nos afectan a todos y la comunicación no llega al resto de los ciudadanos comunes. Está demostrado que no tenemos asimilada información básica sobre asuntos claves sobre el funcionamiento del mundo y existe una creencia pesimista sobre lo que nos rodea que dificulta que podamos avanzar como sociedad.

Es preocupante que este pesimismo llegue a las empresas y que los trabajadores se suman en una concepción del mundo errónea y desactualizada, a pesar de tener datos nuevos a su alcance y de la oportunidad que suponen la transformación digital, tener un mercado global y una cuarta revolución industrial en marcha que nos brinda nuevos retos a explorar y por los que ilusionarse.

La educación recibida es la base de buena parte de nuestras creencias. Me refiero no solo a la que se imparte en las aulas, sino también a la que recibimos directamente de los referentes que tenemos, como son nuestros padres y nuestro entorno más inmediato, familia y amigos. No se nos ejercita la habilidad de conformar una opinión sobre los asuntos y estamos acostumbrados a asimilar los conocimientos que se imparten y que vienen dados por el sistema. Estos contienen sesgos y no siempre son objetivos.

Se hace necesario ejercitar el observador que llevamos dentro como personas y tomar consciencia de nuestro entorno, los datos que manejamos y sus fuentes antes de conformar una opinión.

Por último, me gustaría señalar que tenemos miles de pensamientos a diario que nublan nuestra mente y nos impiden hacer el sano ejercicio de la observación en el momento presente y sin etiquetar. También nos impiden experimentar la calma para acceder a nuestro propio ser y esencia para que aflore la creatividad que todos llevamos dentro y que es uno de nuestros recursos más valiosos que debemos ejercitar.

Se hace necesario ejercitar el observador que llevamos dentro como personas y tomar consciencia de nuestro entorno, los datos que manejamos y sus fuentes antes de conformar una opinión. Con valentía debemos atrevernos a romper con viejos mitos de nuestra historia reciente, desdramatizar lo que no es verdad y comunicar. La nueva mirada consciente nos permitirá avanzar como sociedad, prosperar y abrazar nuevas oportunidades y ser ciudadanos más libres.

Factfulness es obra póstuma de Hans Roling, que fue un médico, estadístico, divulgador y especialista en salud global sueco. Sus mensajes son valiosos, con independencia del razonamiento aplicado, que en algunos aspectos puede parecer simplista, y ojalá sirvan para inspirar y nos permitan crecer.

Recomiendo, por tanto, esta obra, al igual que lo hizo Bill Gates. Su fundación la regaló a los estudiantes de Estados Unidos graduados en 2018. En mi opinión, Factfulness es un ejercicio de generosidad y un soplo de energía y entusiasmo para todos.

 

Raquel Cabezudo

Presidenta de la red global Professional Women’s Network (PWN) en Madrid y exdirectora de Sector Financiero y Mercados en KPMG

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