Fernando Giner sobre ‘El manual del cambio para líderes’

Fernando Giner

La cuestión del liderazgo posiblemente sea una de las que más ríos de tinta ha ocupado, desde que el sociólogo Max Weber la sacara a la luz.

En muchas teorías del liderazgo al uso se destacan los rasgos de la persona como conductora de otros. Sólo el líder sabe adónde hay que ir y cómo ir. Sólo el líder, por lo tanto, es capaz de mover a otros hacia la acción que el propio líder considera correcta.

Pero, a continuación, cabe preguntarse si esta concepción del líder sigue siendo la adecuada en el mundo actual y en el inmediato venidero. Es sensato decir “no” simplemente por el hecho de que el mundo económico se caracteriza, al menos desde hace quince años, por un movimiento de cambio discontinuo de naturaleza mutativa. Esto significa que no hay referencias pasadas que sirvan de base para proyectar el futuro. El futuro se crea día a día. Son las personas, en sus puestos de trabajo y desde ellos, las que a golpes de acciones no previstas, no referenciadas en actuaciones del pasado, están creando un nuevo orden económico, en el que los paradigmas tradicionales se han venido abajo. En los tiempos actuales y en los futuros venideros, no esperemos que nos digan adónde ir y menos cómo llegar; la respuesta está en cada uno de nosotros, y en el caso de la empresa, es el colectivo humano el que debe encontrar las posibles respuestas.

Cada vez más, se insiste en la necesidad del aprendizaje empresarial, que está basado en la capacidad de compartir conocimientos de forma colectiva y de crear nuevo conocimiento. Ello con la esperanza de que las estrategias vengan alumbradas desde abajo, desde los puestos del frente más que desde los puestos de los pisos altos.

En este contexto, ¿sigue necesitando líderes la empresa? En caso afirmativo, ¿cuáles deben ser los roles de dichos líderes? ¿Es imprescindible contar con líderes para dirigir correctamente el cambio? ¿Conviene aflorar en las personas lo que llevan de líderes ocultos?

A éstas y a otras muchas más reflexiones y preguntas responde, de forma nueva, diferente y con bastante acierto, la obra The Leader’s Change Handbook.

El acierto de la obra posiblemente está en desmontar los mitos hasta ahora conocidos. Nos aproxima a una concepción del liderazgo más humana, más próxima a cada uno de nosotros. Aparta y rechaza las teorías del liderazgo basadas en la capacidad conductora del líder, como alguien que está en posesión de la verdad, y en la capacidad para mover a otros a conseguirla. Caracteriza al líder por un comportamiento que posibilita el ejemplo y la participación.

Dado que los procesos de cambio discontinuo actuales no tienen precedente, es difícil y poco probable que alguien a quien etiquetamos como líder tenga una clara y nítida respuesta de adónde ir y cómo llegar. El líder debe crear, debe propiciar las condiciones para que el saber hacer de las personas se difunda y se comparta.

Nos encontramos con un tipo de liderazgo muy próximo a la definición de maestro o entrenador. Un líder que por encima de todo:

a) Actúa como ejemplo y facilita las condiciones genuinas de una democracia participativa.

b) Desarrolla las condiciones para que fluya el aprendizaje colectivo y los individuos desarrollen sus capacidades y talentos.

c) Cree firmemente que las respuestas no están en él, sino en el grupo, en el colectivo.

d) Sabe descubrir y rodearse de “otros talentos”, de personas con capacidad para mover hacia la acción de una forma imaginativa y, ¿por qué no?, transgresora de las normas tradicionalmente establecidas.

Estos nuevos requerimientos del liderazgo nos conducen desde la posición del líder como referente a la posición del líder que crea las condiciones para que el líder dormido que hay en cada uno de nosotros salga a la luz. Es, entonces, el colectivo el que se encarga de establecer propuestas sugerentes que posibiliten acciones de éxito. Esta nueva visión del liderazgo que aporta la obra de referencia puede resultar una pieza relevante para construir el nuevo entramado organizativo de lo que hace algún tiempo se viene denominando “aprendizaje empresarial”.

 

Fernando Giner

Profesor de Organización y Dirección de Empresas en la Universidad de Alcalá y socio de Ingenio y Talento

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