José Luis Alfonso López sobre ‘Rethinking the Rules of Financial Accounting’
José Luis Alfonso López
Profesor de Economía Financiera y Contabilidad en la Universidad Autónoma de Madrid
El profesor Robert N. Anthony, mediante la obra Rethinking the Rules of Financial Accounting, pone de manifiesto algunas de las principales inquietudes sobre los estados financieros de la empresa: detectar las deficiencias con respecto a la preparación y presentación de los estados financieros habituales, así como la validez para su interpretación. Asimismo, plantea diversos cambios y sugerencias encaminadas a la mejora de la información económica y financiera externa, con el fin de que resulte más útil. El contexto o ámbito en el que se fija y realiza el análisis se circunscribe a la normativa contable de Estados Unidos (SFAS, APB, etc.) y, en mi opinión, en diversas cuestiones se hace extensible a la normativa del IASB.
Uno de los principales problemas en la actualidad es la valoración, ya que la información contable es básicamente cuantitativa; pone de manifiesto la utilización mayoritaria de los criterios de valoración (coste histórico –precio de adquisición y coste de producción– y valor razonable) y deja a un lado otros conceptos de valor (coste de reposición, coste ajustado, etc.).
El balance presenta diversas debilidades: la agregación de valores (importes monetarios) de diversas épocas y la asignación de diversos tipos de valor a las diversas partidas del activo y pasivo; se mezclan importes del activo monetario, con diverso poder adquisitivo; algunos activos fijos se valoran al precio de coste, mientras que otros, al valor razonable (a pesar de seguir usándolos hasta su total agotamiento); dificultades en la búsqueda del auténtico valor razonable; etc.
En relación con la evaluación de la solvencia de la empresa, a partir del balance, considera que la ratio circulante y el test-ácido no son tan útiles como se esperaba; la alternativa es la elaboración de un estado de la solvencia neta. En mi opinión, la solvencia debería analizarse a través de un estado contable dinámico, cuyos componentes se corresponden con flujos variables, el más esclarecedor de los cuales es el estado de flujos de tesorería y la regla básica o normal, que el flujo neto de tesorería por operaciones corrientes (incluyendo cobros de ingresos financieros y pagos de gastos financieros por intereses) supere a los pagos por operaciones vinculadas con la financiación básica (recursos propios y deudas a largo plazo).
También señala deficiencias y puntos débiles con respecto a la cuenta o estado de pérdidas y ganancias: se pueden cometer errores en la aplicación indiscriminada de los ajustes al valor razonable de diversos activos y pasivos exigibles, y muchos de ellos se imputan a pérdidas y ganancias, vulnerando el concepto de realización del beneficio. Se ha de hacer énfasis en la evolución del beneficio operativo o de explotación, así como en el beneficio por operaciones corrientes, que tiene en cuenta tanto los rendimientos o ingresos financieros como los gastos por intereses de las deudas.
Por último, cabe destacar las propuestas con respecto al formato XBRL para facilitar el análisis e interpretación de los estados financieros a escala mundial. La utilidad del XBRL se incrementa gracias a los esfuerzos de cooperación y de armonización entre las instituciones FASB e IASB. El número de partidas de activos, pasivos, gastos e ingresos ha de ser limitado, ocupar una página como máximo para cada estado contable, utilizar una misma numeración para cada partida o componente, unificar conceptos, evitar sinónimos y diferenciar con precisión los ingresos, gastos, beneficios realizados, etc.
José Luis Alfonso López
Profesor de Economía Financiera y Contabilidad en la Universidad Autónoma de Madrid
El libro
La obsolescencia de la contabilidad financiera
Robert N. Anthony
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