Juan Antonio Fernández sobre ‘Made in China’
Juan Antonio Fernández
Profesor de Dirección de Empresas y director del Global EMBA de la CEIBS en Shanghái
China representa para muchos una amenaza a sus negocios tradicionales; para otros, es una gran oportunidad; para la mayoría, un misterio. Éste es un país que cambia tan rápidamente, que es difícil mantenerse al día, incluso para aquéllos que vivimos en él. Aún más, China es un laberinto de complejidades y contradicciones difícil de desenmarañar. Pocos autores son capaces de llegar a las raíces de este inmenso país. Entre esos pocos se encuentra Donald N. Sull, autor del libro Made in China, un excelente trabajo que ahorrará muchos quebraderos de cabeza a aquéllos que se aventuren en este mercado.
Hay varias claves en la historia de este país que nos permiten entender su presente. El emperador tenía un poder nominal; su autoridad procedía del cielo y su obligación era mantener la paz y el orden en el reino. Si el emperador no era capaz de mantener la armonía en el país, significaba que había perdido el mandato del cielo y, por tanto, debía ser sustituido. Este concepto de armonía social sigue siendo fundamental en el país.
Como es bien sabido, China está inmersa en un proceso de profundo cambio. El país está pasando de una economía de planificación central a otra de mercado, de ser fundamentalmente agrícola a basarse en la manufactura y los servicios. A todos estos cambios económicos hay que añadir los cambios que se producen en la sociedad; así, por ejemplo, China ha pasado de tener alta fertilidad y baja esperanza de vida a tener los problemas típicos de un país desarrollado con baja fertilidad y alta longevidad.
Este ambicioso movimiento de reforma comenzó a mediados de los ochenta con un principio muy simple frecuentemente mencionado por Deng Xiaoping, “Pobreza no es socialismo”, y otra frase aún más asombrosa: “Hacerse rico es glorioso”. Hoy día muchas personas se quedan admiradas al visitar este país y encontrar ciudades llenas de rascacielos, coches de lujo en sus carreteras y centros comerciales con las marcas más caras del planeta. Estamos ante una economía altamente competitiva y en rápido crecimiento que plantea importantes retos al resto del mundo.
Para tener éxito en China, Donald N. Sull nos aconseja reaccionar rápidamente a los cambios del entorno. Para ello nos ofrece el modelo SAPE (sentir, anticipar, priorizar y ejecutar). Con frecuencia, el directivo en China debe tomar sus decisiones basándose en la intuición más que en el tradicional modelo racional que se enseña en las escuelas de negocio de Occidente. Sentir las circunstancias, anticipar las oportunidades y amenazas, priorizar y finalmente ejecutar.
Flexibilidad, rapidez en la toma de decisiones y rapidez en la ejecución son la clave para triunfar en China. Como ya nos decía el profesor y gurú Henry Mintzberg, pocas veces la estrategia que se realiza es la diseñada en el proceso de planificación racional; la mayor parte de las estrategias emerge o surge en función de las cambiantes circunstancias. Nunca más cierto en el caso de China. Made in China es un libro que no puede ser ignorado por aquéllos que estén interesados en el gigante asiático.
Juan Antonio Fernández
Profesor de Dirección de Empresas y director del Global EMBA de la CEIBS en Shanghái
El libro
Claves para entender el mercado chino
Donald N. Sull
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