Juan Macías sobre ‘Brick by Brick’
Juan Macías
CEO de QaShops
Dice una teoría económica que ninguna empresa creada en la primera mitad del siglo XX es capaz hoy en día de innovar y generar empleo. La burocracia y las malas costumbres heredadas hacen que los denominados “dinosaurios empresariales” simplemente aguanten gracias al tamaño y al branding adquiridos durante el siglo pasado. Sin embargo, existe una empresa que rompe todos los moldes, una empresa que desde sus inicios ha apostado por la innovación constante y que ha asumido numerosos riesgos en este proceso, lo que la ha llevado al fracaso en algunas ocasiones, pero también la ha posicionado en lo más alto de su sector en muchas otras.
Ole Kirk creó LEGO en 1916 e impregnó la empresa de una cultura muy especial: de un fracaso se sale innovando y ofreciendo la máxima calidad posible. Durante décadas, LEGO ha tenido multitud de fracasos y, en cada uno de ellos, se ha levantado y resurgido con mucha más fuerza gracias a la innovación. La primera vez que se quemó su fábrica de juguetes de madera decidió innovar en juguetes de plástico y de ahí nació el juguete de construcción con el que actualmente contamos. Para poder exportar a todo el mundo, consiguió que Billund tuviera aeropuerto y, cuando la crisis del petróleo hizo peligrar su continuidad, vendió todos los parques de atracciones y compró la licencia de Star Wars, que dio lugar a la exitosa franquicia LEGO Star Wars, que lanzó a LEGO a la cabeza del sector del juguete. Para mí, una de las innovaciones más importantes de LEGO y de la que menos se ha hablado es su programa de embajadores: ahora es muy común que las empresas mantengan un contacto directo con sus clientes con community managers a través de las redes sociales, pero hace una década esto era inimaginable. En 2005, LEGO decidió crear un programa que le permitiera estar en contacto directo con la comunidad de fans y seguidores. A lo largo de todo el mundo se nombraron embajadores que participaban en proyectos secretos y trasladaban a la empresa las opiniones de todos sus fans. En 2007 tuve el honor de ser nombrado el primer embajador de LEGO en España y me tocó vivir la crisis del “gris azulado”. LEGO siempre había mantenido la compatibilidad de todas sus piezas y hasta ese momento siempre había mantenido la misma paleta de colores, pero una innovación en el sistema de inyección de plástico provocó un cambio en el color gris que hizo saltar las alarmas entre sus fans. Gracias al programa de embajadores y al estrecho contacto que mantenía LEGO con sus fans, estos pudieron comprender las razones del cambio, además de sentirse escuchados por la empresa. Los fans de LEGO, entre los cuales me incluyo, estamos acostumbrados a que toda innovación conlleva un riesgo, pero, sin esta, habría sido imposible lograr que LEGO se encuentre hoy en día en el top de juguetes para niños y adultos; además, con su reciente salto al mundo del videojuego y la televisión, ahora también ocupa una posición importante en el mundo digital. @juanmacias
El libro
Las siete reglas de la innovación, reescritas por LEGO
David Robertson
A medida que se acercaba el final del siglo XX, LEGO, en gran parte una compañía analógica, se encontró a sí misma decayendo en un mundo digital que se movía más rápidamente y era más [...]