Descripción
Cuando decidimos de forma inconsciente qué sentimos por alguien, no estamos realizando un único juicio, sino dos simultáneamente, utilizando dos criterios básicos: fuerza y cordialidad. La fuerza es la capacidad de una persona de hacer que las cosas sucedan, de influir en el mundo con sus habilidades, su voluntad y su perseverancia; cuando las personas proyectan fuerza, generan credibilidad. Por su parte, la cordialidad es la sensación de que una persona comparte nuestros sentimientos, intereses y visión del mundo; cuando otras personas proyectan cordialidad, nos gustan y las apoyamos. Es difícil proyectar al mismo tiempo fuerza y cordialidad; sin embargo, es posible hacerlo, y quienes proyectan al mismo tiempo fuerza y cordialidad nos impresionan, confiamos en ellos y los encontramos persuasivos e influyentes, recurrimos a ellos como líderes y nos sentimos cómodos sabiendo que están al mando. Entonces, ¿cómo podemos aprender a aparecer como personas fuertes y al mismo tiempo cordiales?
Claves
- Cómo aprender a transmitir fortaleza a la vez que cordialidad.
- Los errores que deben evitarse en la expresión oral.
- La fuerza de la comunicación no verbal.
Tribuna
José María Gasalla
Profesor de Deusto Business School y presidente de Desarrollo Organizacional y de Talentum
Autores
John Neffinger
Cofundador de KNP Communications, colaborador de Harvard University y presidente de The Franklin Forum.