Descripción
La estrategia de inversión Value Investing se ha convertido en una de las más utilizadas en los últimos años, a raíz de los elevados niveles de volatilidad que existen en los mercados de hoy en día. Se trata de una fórmula de inversión que ha demostrado la capacidad de ofrecer muy buenos resultados de rentabilidad en el largo plazo.
Claves
- Las dos medidas de la rentabilidad de las inversiones
- El caso American Express
- Análisis cuantitativo y cualitativo para una ventaja competitiva sostenible
La estrategia de inversión Value Investing se ha convertido en una de las más utilizadas en los últimos años, a raíz de los elevados niveles de volatilidad que existen en los mercados de hoy en día. Se trata de una fórmula de inversión que ha demostrado la capacidad de ofrecer muy buenos resultados de rentabilidad en el largo plazo.
La premisa básica es que las empresas tienen un valor intrínseco, que puede ser medido y que, junto con el precio, constituye el pilar de la filosofía del Value Investing. Se trata de encontrar buenas empresas que en el momento del análisis estén infravaloradas, excesivamente penalizadas por el mercado, debido a acontecimientos puntuales. La inversión en este tipo de compañías permite obtener rentabilidades muy superiores a las del mercado.
Sin embargo, la mayor parte de los inversores se centran en compañías muy maduras y pagan por ellas precios muy elevados. El Value Investing asume que estas compañías están en el pico de su ciclo y que, debido al concepto de reversión a la media, verán minada su rentabilidad próximamente y, por tanto, no suponen una oportunidad de inversión interesante.
Este método supone el análisis del valor intrínseco y su posterior comparación con el precio de mercado. Solo se debe valorar una inversión si la acción cotiza con un descuento significativo respecto al valor intrínseco. Este descuento significativo se conoce como margen de seguridad.
Para calcular el valor intrínseco es posible realizar una aproximación, calculando el valor de liquidación de la compañía. Este número es fácil de obtener, ya que se obtiene directamente de los estados financieros. Para ello, se emplea el cálculo del “valor activo neto corriente”.
Una vez obtenido, simplemente se comprueba que el precio de mercado suponga un descuento relevante sobre el valor activo neto corriente. Este método permite detectar empresas en las que existe un excedente de efectivo.
La estrategia de Value Investing se diferencia por incluir en las decisiones de inversión factores más cualitativos. La idea es que estos factores reflejen la capacidad de la compañía de crear una ventaja competitiva sostenible a largo plazo, ya que es lo que marcará la diferencia entre una buena inversión y un fracaso, entre una “empresa de primera clase” y una “empresa corriente”.
Tribuna
Juan Carlos Amaro
Profesor del departamento de control y dirección financiera de ESADE, es también consultor en finanzas y Real Estate