Descripción
La esencia de la digitalización consiste en la capacidad de anticiparse a los cambios del mercado y detectarlos antes que los demás. Ser capaz de entender las diferencias en el enfoque y la estrategia de las empresas tradicionales y las innovadoras concede la agilidad necesaria para adaptarse a esta nueva realidad económica.
Claves
- La importancia de la agilidad empresarial digital.
- Las tres clases de valor.
- Estrategias competitivas ofensivas y defensivas.
La esencia de la digitalización consiste en la capacidad de anticiparse a los cambios del mercado y detectarlos antes que los demás. Ser capaz de entender las diferencias en el enfoque y la estrategia de las empresas tradicionales y las innovadoras concede la agilidad necesaria para adaptarse a esta nueva realidad económica.
La aparición y el desarrollo de nuevas formas de competencia derivadas de la disrupción digital constituyen el aspecto que centra la competencia en el día a día de la empresa. Estos nuevos modelos de negocio tienen como ventajas competitivas propias el valor de coste, el valor de la experiencia y el valor de la plataforma. Con estos nuevos conceptos de valor se ha generado una forma de competencia muy particular, inexistente hasta la fecha, cuya naturaleza radica en modelos más agresivos que buscan el desgaste económico (“vampiros del valor”).
Ante esta realidad, se presenta la agilidad empresarial digital como herramienta para lograr que los modelos de negocio más tradicionales puedan competir en este nuevo escenario. Esta habilidad se materializa en la hiperconciencia, la toma de decisiones informales y la rapidez en la ejecución para adecuarse a la rapidez de los cambios. En esencia, la clave del éxito en esta nueva era es conocer las capacidades para competir, ya que vivimos en una era en la que un solo invento puede redefinir industrias que colisionan y se fusionan dando lugar a nuevas formas de competencia.
El fenómeno de la digitalización está transformando muchos sectores de la economía e incluso facetas de nuestra propia vida. La disrupción digital ha alcanzado tal punto que ya convergen múltiples transiciones tecnológicas al mismo tiempo (nube, big data, Internet móvil, social…). Además, los innovadores disruptivos están digitalizando todas las áreas de la cadena de valor prácticamente en todas las industrias, lo que hace que la rentabilidad disminuya y convierta áreas de negocio tradicionalmente rentables en áreas en pérdidas para la cuenta de resultados. Sin embargo, no todo está perdido. Existe una posibilidad de que las empresas tradicionales puedan competir en esta nueva realidad tecnológica y salgan victoriosas de dicha lucha, es decir, que sepan aprovechar las tecnologías y las oportunidades que presentan los nuevos modelos de negocio digitales.
Tribuna
Autores
Michael Wade
Profesor de Innovación y Estrategia en el IMD y experto en transformación de negocio digital.
Jeff Loucks
Director ejecutivo del Center for Technology, Media & Telecommunications de Deloitte.
James Macaulay
Director ‘senior’ de Cisco Digital Thought Leadership y profesor en el Center for Digital Business Transformation del IMD.