Descripción
En revistas, películas e incontables blogs nos encontramos con el mantra de los emprendedores exitosos; mediante la determinación, la brillantez, la elección del momento y, sobre todo, un buen producto, cualquiera puede alcanzar la fama y la fortuna. Pero este mantra es falso, producto de la selección y racionalización posterior a los hechos. Se suele pensar que los detalles mundanos, las cosas “aburridas”, las pequeñas decisiones... no importan; si creamos un buen producto, los clientes vendrán solos. Sin embargo, realmente son esas cosas aburridas las que tienen más importancia en el éxito de una empresa.
Claves
- El rumbo de la empresa: cuándo y cómo cambiarlo
- Los tres motores de crecimiento de la empresa