Factfulness

Gran parte de los empresarios y líderes financieros de todo el planeta siguen sin conocer la realidad de cientos de países que podrían servirles para prosperar aún más económicamente, debido a la absoluta desactualización que impera en los centros educativos. Muchos tienen en su mente la imagen antigua de un mundo dividido entre “países ricos” y “países en vías de desarrollo”, distinguiendo claramente algunos continentes como los centros neurálgicos de la pobreza estandarizada.

Años de cambios y avances han pasado inadvertidos por los fuertes y duraderos estereotipos que se han formado en las aulas. A partir de este siglo, el mundo se puede clasificar según el nivel de ingresos de los segmentos de población de cada país, donde conviven diversos tipos de personas, ya sean “pobres” o “ricas” según los viejos estándares.

Todo empieza en el nivel 1 de pobreza extrema en Somalia, Afganistán y la República Centroafricana, regiones que se encuentran dentro del 9 % de las actuales regiones pobres del mundo. En el otro extremo se encuentra el nivel 4, con personas con ingresos superiores a 50 euros diarios.

El Viejo Continente sigue creyéndose líder mientras desprestigia a los futuros mandatarios del mercado y ello se debe en parte a los instintos primarios de las personas. Estar expuesto a noticias negativas hace olvidar que los cambios positivos son más habituales de lo que se piensa, pero también menos interesantes para los medios. Junto con la negatividad, existen otros instintos, como el destino y su poca fe en las alternativas, y la perspectiva única, con su carencia de la imaginación y la visión que colocarán a África en el punto de mira de las finanzas para el año 2040.

Sobrevivir a la competencia y ayudar a las personas que necesiten nuevos servicios está en las estadísticas que tan libremente se encuentran en Internet.