Descripción
La pandemia surgida en el año 2020 introdujo una serie de cambios disruptivos que han venido para quedarse. Se aceleró exponencialmente la velocidad a la que se sucedían los cambios, lo que supone un reto para la mayor parte de compañías, no acostumbradas a este nivel de disrupción.
Claves
- Las cuatro claves estratégicas
- El modelo GIB
- Las claves de la gestión estratégica vs gestión operativa
La pandemia surgida en el año 2020 introdujo una serie de cambios disruptivos que han venido para quedarse. Se aceleró exponencialmente la velocidad a la que se sucedían los cambios, lo que supone un reto para la mayor parte de compañías, no acostumbradas a este nivel de disrupción.
En un primer momento, es posible pensar que en este tipo de entorno es impensable plantear cualquier tipo de estrategia, debido a la velocidad a la que sucede todo. Sin embargo, es justo lo contrario. Si el entorno es extremadamente turbulento y disruptivo, es indispensable utilizar modelos estratégicos para pensar y decidir la estrategia a seguir.
Para ello, el primer paso es definir una serie de conceptos que marcarán el sentido de la estrategia. Primero, es necesario tener claros los valores, que constituirán la base de la estrategia y del resto de claves estratégicas. Después, se debe definir la misión, es decir, a lo que se dedica la empresa actualmente, y la visión, refiriéndose al futuro, su aspiración.
Adicionalmente, es necesario entender las diferencias entre la gestión operativa y estratégica, referida la primera a los problemas del día a día, y la estratégica más al largo plazo. La estrategia se diseña a tres niveles: el corporativo, a nivel de matriz, el de negocio, para cada uno de los negocios de la empresa, y el funcional, el de cada área.
Finalmente, la estrategia trata, a través de todos sus procesos, de generar una ventaja competitiva que sea sostenible en el tiempo. La estrategia es, precisamente, el camino para obtener esta ventaja frente a los competidores, que se debe monitorizar continuamente para adaptar la ventaja competitiva a las nuevas tendencias y cambios en el sector.
Para ello, existen diversas estrategias como la de diferenciación, que consiste en diferenciarse de la competencia a través de un servicio de calidad superior; las de bajo coste, que buscan atraer clientes a través de la bajada de precios, etc. En realidad, existen numerosas maneras de obtener ventaja competitiva, lo importante es no caer en estrategias genéricas y apostar claramente por una estrategia definida.