Internet of Things

La llamada generación IoT engloba a las personas que perciben el potencial que se desencadenará con la conexión de todos los dispositivos y que quieren formar parte de ello. Alude, entre otros, a directores y profesionales de empresa que presienten que esta nueva etapa de Internet ya ha empezado a redefinir sus negocios, sectores, mercados y puestos de trabajo.

Para la generación IoT, el cambio es el nuevo statu quo. No le da miedo ni se resiste a él, sino que lo recibe con los brazos abiertos. En este contexto, el entorno del IoT debería facilitar nuevas formaciones organizativas, ya que las redes globales permitirán que un equipo trabaje desde cualquier ubicación o incluso con sus miembros repartidos en diferentes puntos del planeta. Las operaciones remotas y la automatización reducen la necesidad de trasladar las instalaciones a lugares de mano de obra barata.

A medida que el IoT aumenta, las conexiones de red entre personas, procesos y datos se expanden exponencialmente y, cuando el mundo de las tecnologías de la información (TI) y el de las tecnologías operativas (TO) comienzan a converger, suele sobrevenir un choque cultural. Sin embargo, en los últimos años, las funciones de TO han ido adoptando cada vez más las TI y, a su vez, las TI van pareciéndose más a un socio de negocio y van comprendiendo su papel en la consecución de los objetivos operativos de la empresa.

En este sentido, algunos de los beneficios que se han detectado son la reducción de costes, la generación de ingresos, la simplificación de los procesos de negocio, el aumento del tiempo de actividad ininterrumpida, el diseño y creación de nuevos modelos de negocio y la existencia de nuevos enfoques sobre el uso de los productos y la información obtenida del cliente.

Para comprender esta revolución tecnológica y el impacto tan positivo de esta transformación en nuestras empresas, es imprescindible contar con una visión inicial y completa de lo que es el IoT para que las organizaciones puedan comenzar esta apasionante aventura desde cero y así lograr una implementación exitosa de esta tecnología. Al fin y al cabo, uno podrá evitar la tecnología si no es técnico o los aspectos empresariales si no es ejecutivo, pero lo que nunca podremos evitar es el cambio, porque, innegablemente, es ley de vida.