Descripción
¿Qué queremos que nos defina? ¿En qué queremos centrar nuestros esfuerzos con la esperanza de ayudar a que nuestro mundo avance? La competencia existe y los escenarios en los que uno pierde y otro gana abundan, pero eso no es lo que ha cautivado la imaginación de la humanidad. Lo que admiramos, lo que nos inspira, son las organizaciones y los individuos que van más allá de la competición y crean nuevas fronteras de oportunidad, crecimiento y empleo, donde el éxito no consista en dividir un “pastel” ya existente, sino en crear uno más grande para todos, eso que llamamos océano azul.
Claves
- Tres claves del viaje hacia el océano azul.
- Cómo liderar a las personas hacia la nueva frontera.
- Los tres niveles de no clientes.
¿Qué queremos que nos defina? ¿En qué queremos centrar nuestros esfuerzos con la esperanza de ayudar a que nuestro mundo avance? La competencia existe y los escenarios en los que uno pierde y otro gana abundan, pero eso no es lo que ha cautivado la imaginación de la humanidad. Lo que admiramos, lo que nos inspira, son las organizaciones y los individuos que van más allá de la competición y crean nuevas fronteras de oportunidad, crecimiento y empleo, donde el éxito no consista en dividir un “pastel” ya existente, sino en crear uno más grande para todos, eso que llamamos océano azul.
¿Cómo puede una empresa salir de un océano rojo de competencia sangrienta y generar crecimiento fuerte y rentable? Esta transición puede resumirse en tres componentes clave: adoptar una perspectiva de océano azul, de manera que se amplíen los horizontes y cambie la compresión de dónde se encuentran las oportunidades, poseer las herramientas prácticas para la creación de mercado y contar con un proceso humanista que inspira y refuerza la confianza de la gente para hacerlo suyo e impulsarlo de modo que se ejecute eficazmente.
Ciertamente, no es posible hablar de estrategia sin sacar a colación el concepto de adquirir alguna ventaja competitiva. Sin embargo, centrarse en adquirir esa ventaja produce un efecto no intencionado profundamente irónico, porque conduce a abordar el mercado con un enfoque de imitación y no de innovación. Los estrategas de océanos azules no hacen eso, ya que se niegan a aceptar que las condiciones de mercado existentes sean inamovibles. Tampoco las culpan de sus dificultades. Se hacen responsables a sí mismos de encontrar respuestas y no permiten que las condiciones del sector determinen su visión de lo que es posible y rentable.
A pesar de todo, resulta evidente que no existe una fórmula definitiva para este proceso, pero eso no quiere decir que no existan prácticas basadas en el empirismo que puedan servir de guía en el camino de la transición al océano azul. En este contexto, una de las prácticas clave consiste en aprender a mirar con los ojos del comprador y comprender sus necesidades y aspiraciones a efectos de comenzar a crear. Crear ideas, actividades, negocios, clientes…; en definitiva, crear océanos. El mundo necesita más océanos azules. ¿Te atreves a crear el tuyo?
Tribuna
Autores
W. Chan Kim
Profesor de Estrategia y Gestión Internacional en INSEAD y codirector del Blue Ocean Institute.