Mikel Larreina sobre ‘La revolución blockchain’
Mikel Larreina
Profesor de Instituciones y Herramientas Financieras en Deusto Business School y asesor de algunas de las entidades líderes del sector
En el verano de 2017, la industria financiera está experimentando una transformación ligada al desarrollo de lo que se ha denominado el Internet of Money y el uso del big data, que ya está haciendo evolucionar los modelos de negocio. Aún es pronto para conocer cuál será el impacto real y de largo plazo que la tecnología de blockchain puede tener en el sistema financiero y, consecuentemente, en la economía real.
Sin embargo, actores globales relevantes, como el Banco Central Europeo, el Congreso estadounidense o el Fondo Monetario Internacional, reconocen que el blockchain y las tecnologías distribuidas tienen el potencial de modificar profundamente nuestro sistema financiero, reduciendo costes de transacción y permitiendo un mayor nivel de inclusión financiera, acercando este sector a más gente y de forma más directa. Los entusiastas de esta tecnología ven un futuro aún más prometedor para ella, en el que podrá sustituir a los actuales sistemas de registro (incluyendo, por ejemplo, a los depositarios de títulos valores o al Registro de la Propiedad).
Hasta el momento, esta tecnología ha estado muy ligada a las monedas virtuales y, particularmente, al bitcoin, la criptomoneda gracias a la cual se popularizó a partir de 2009. Esta ligazón ha tenido un doble efecto: por un lado, el relativo éxito de las criptomonedas y otras monedas virtuales ha impulsado el interés por la tecnología blockchain; por otro, simultáneamente, las debilidades del bitcoin se han extrapolado al conjunto de la tecnología. En este sentido, el comprensible escepticismo y prevención que provoca entre operadores, reguladores y académicos una herramienta como el bitcoin, que está, gracias al anonimato que proporciona, “transformando la criminalidad” (en palabras de Europol), ha contaminado parcialmente el blockchain.
En la actualidad, el blockchain se está desacoplando de las criptomonedas y, de la mano de entidades financieras, se están desarrollando proyectos, bajo el control de los supervisores y prestando atención a los riesgos implícitos a la tecnología, en los que esta tecnología permitirá obtener ahorros de costes e incrementos de transparencia y eficiencia en las operaciones financieras.
De acuerdo con un informe de Deloitte-World Economic Forum sobre el futuro de los servicios financieros, parece que estas innovaciones tendrán un mayor impacto en la banca y los seguros, y se basarán en plataformas colaborativas e intensivas en el manejo de información.
El uso de la tecnología blockchain seguramente se utilice de forma generalizada en plataformas de pago entre monedas de curso legal, facilitando las transferencias internacionales y las remesas. En estas áreas, se esperan reducciones significativas en el tiempo necesario para confirmar las operaciones y su coste. Del mismo modo, las funciones de back-office de los intermediarios financieros se beneficiarán de mejoras de productividad.
En definitiva, se espera que la tecnología blockchain modernice la industria de servicios financieros, afectando a su propia estructura en el medio y largo plazo.
Mikel Larreina
Profesor de Instituciones y Herramientas Financieras en Deusto Business School y asesor de algunas de las entidades líderes del sector
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