Pilar Jericó sobre ‘El directivo emocionalmente inteligente’
Pilar Jericó
Galardonada en 2015 como una de las 100 Mujeres Líderes en España, es presidenta de la consultora Be-Up, una de las expertas más reconocidas en el desarrollo del talento y el liderazgo y miembro del Comité Editorial de Manager Focus.
El liderazgo levanta pasiones… al menos, en la literatura empresarial y en las compañías. Posiblemente sea el tema sobre el que más se ha publicado en los últimos años. Y no es para menos. Hoy más que nunca, las organizaciones buscan líderes que sepan conquistar a sus clientes, gestionar el talento de sus empleados e innovar en las empresas.
Desde hace unas cuantas décadas se ha estudiado qué cualidades tiene un líder con el fin de desarrollarlas en el resto de los mortales. Las diferentes teorías al respecto han dependido de la época en la que se propusieron. Se han analizado las características de los «grandes hombres» y se han destacado los rasgos de personalidad, el impacto de las situaciones o los estilos de actuación como variables que se deben tener en cuenta. En los últimos años se ha añadido una nueva cuestión al siempre complejo puzle del liderazgo: la inteligencia emocional como uno de los aspectos más destacables de los buenos líderes. El libro de David Caruso y Peter Salovey incide en esta idea.
A nadie se le escapa la importancia de las emociones en nuestra vida cotidiana. Gracias a ellas, hemos evolucionado hasta llegar hasta nuestros días. Sin ellas, no habríamos sido capaces de identificar los peligros, repetir aquello que nos agrada o evitar lo que nos produce dolor. Han actuado como patrones de conducta que han condicionado nuestra capacidad intelectual de tal forma que parece que «sentimos antes que pensamos».
La información del medio se filtra por la parte del cerebro donde se albergan el miedo, la alegría o la tristeza antes que por la parte «racional». No es de extrañar, por tanto, que la importancia de las emociones en el desempeño del trabajo haya sido uno de los temas novedosos de los últimos años. Y este avance tiene un gran mérito. En un mundo tan analítico como es el de las empresas, buscando el cumplimiento de los objetivos, parece que las emociones deberían quedarse en la entrada de las oficinas. Sin embargo, autores como Goleman, Caruso o Salovey han elevado su importancia de tal modo que precisamente una adecuada gestión de las emociones es lo que diferencia a los líderes.
En The Emotionally Intelligent Manager se incide en la información que nos aportan las emociones, demasiado rica como para obviarla. Se analizan con detenimiento y se explica que no se trata de algo anárquico, sino que siguen ciertos patrones lógicos. Además, se demuestra cómo afectan a nuestras decisiones. Por todo ello, una gestión adecuada de nuestras emociones y de las de nuestros colaboradores se convierte en una herramienta esencial para desarrollar nuestro liderazgo.
No obstante, todos sabemos que la teoría siempre resulta más fácil que la práctica. Caruso y Salovey no solo ofrecen una interesante reflexión al respecto, sino que además aportan una guía para identificar cuál es nuestro nivel de inteligencia emocional y cómo podríamos mejorarlo. En los anexos añaden autodiagnósticos y ejercicios que nos ayudan a posicionar nuestras destrezas y a definir los planes de acción para avanzar en el resbaladizo campo de las emociones. Con su trabajo, Caruso y Salovey intentan contribuir a la máxima de que «el líder no nace, se hace (incluso emocionalmente inteligente)».
Pilar Jericó
Galardonada en 2015 como una de las 100 Mujeres Líderes en España, es presidenta de la consultora Be-Up, una de las expertas más reconocidas en el desarrollo del talento y el liderazgo y miembro [...]
El libro
Las habilidades emocionales del 'manager'
David R. Caruso y Peter Salovey
Las emociones nunca han sido vistas como un factor importante en el rendimiento laboral; sin embargo, son esenciales para tomar buenas decisiones. Comprender mejor las diferentes situaciones [...]