Raúl Ramos sobre ‘La organización social’

Raúl Ramos

Socio director de Asimétrica Gestión Cultural

En The Social Organization, Anthony J. Bradley y Mark P. McDonald exponen un interesante enfoque sobre la necesidad que tienen las organizaciones de crear comunidades sociales colaborativas para ser sostenibles en el tiempo. El interés viene suscitado por que no se limita a describir los beneficios que obtiene una organización al hacerse social, sino que aborda cómo dar respuesta a los cambios y la influencia de las comunidades sociales desde la propia organización.

Las comunidades de usuarios intercambian constantemente opiniones e información sobre las organizaciones (empresas, asociaciones, instituciones, productos, servicios, etc.) de muchísima utilidad para estas. Se trata de un contenido sobre el que no se tiene el control, que afecta probablemente a la mayoría de los departamentos de la organización (contabilidad, atención al usuario, márketing, recursos humanos, ventas, desarrollo de producto, etc.) y que es riquísimo en matices y en oportunidades de mejorar la relación con los usuarios. ¿Cómo se puede aprovechar esta información tan útil para mejorar nuestra relación con ellos? ¿Cómo hay que organizarse para dar respuesta a esta realidad social? Las comunidades sociales están vivas, se comunican más rápidamente y cuentan con una gran capacidad de reacción y cambio. Las organizaciones deben ser parte de la conversación social y exponerse a los intercambios de información de sus usuarios. ¿Cómo puede la empresa hacer de este cambio de contexto una oportunidad sin morir en el intento? A lo largo del libro se destaca la necesidad de crear el contexto de trabajo adecuado para dar respuesta a estas cuestiones. Los líderes de hoy deben tener muy claro que guiar a la empresa implica un proceso de facilitación, conexión y orientación que une continuamente la comunidad con procesos organizativos y estructuras de poder. Los directivos son estos enlaces críticos. Su objetivo es no solo satisfacer las necesidades de comunidades individuales, sino también preparar a la empresa para la colaboración abierta en general. Son muchos los libros que abordan la cuestión de la influencia de las comunidades sociales en los modelos de negocios de hoy y del medio plazo, pero no son tantos los que plantean abiertamente el dilema real de la dirección empresarial a la hora de implicar a todas las capas de la organización en los beneficios de hacerse social y liderar el cambio. El reto del aprovechamiento de los beneficios de hacerse social pasa por su aplicación efectiva a lo largo de toda la organización y no solo en los consejos directivos o los departamentos de márketing. El liderazgo puede venir de cualquier área funcional de la empresa, no exclusivamente de la dirección. Hace poco, Mark Zuckerberg, consejero delegado de Facebook, decía que en un futuro próximo todos los negocios serán sociales. Nadie sabe aún cómo es el modelo de negocio que hará posible este enfoque y, al mismo tiempo, nadie puede quedarse fuera del cambio social. Facilitar las comunidades sociales dentro y fuera de la organización es una cosa y gestionar ese cambio es otra. Este libro ofrece acertadas ideas sobre estos retos y propuestas de cómo afrontarlos. Es, sin duda, una buena lectura para estos tiempos.

El libro

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