Ricardo Fernández Esteban sobre ‘Equipos ideales’

Ricardo Fernández Esteban

Director comercial en Groupe Soparind Bongrain

Todos los directivos queremos tener a los mejores colaboradores, que sepan hacer y desarrollar muy bien su trabajo, que se integren en el equipo y que aporten a los demás, al tiempo que confiamos en que no se limiten solo a hacer lo que hacen, sino que esperamos siempre más de ellos. Son los que destacan y se desarrollarán y crecerán en la compañía.

Para que esto sea posible, hay dos factores fundamentales. El primero recae sobre nosotros, los directivos, que tenemos que asegurarnos de proporcionar todo aquello que necesitan nuestros colaboradores para que puedan desempeñar bien su trabajo. El otro factor recae en su lado, no en el lado técnico –ese ya sabemos que lo tienen–, sino en el lado de la persona y de su integración en el equipo que dirigimos, y Patrick Lencioni lo describe muy bien en Equipos ideales.

En el libro realiza un análisis muy preciso de los perfiles de las personas que componen nuestros equipos y los clasifica basándose en tres aspectos vitales para buscar la excelencia de todos y cada uno de ellos de forma individual, que son claves para poder trabajar en equipo: la humildad, el hambre y la empatía.

Todos los que gestionamos equipos sabemos lo que dan de sí, pero tenemos que conocer a sus miembros y saber lo que son como personas de forma individual. A ese mix que describe Lencioni de humildad, hambre y empatía, debemos sumar la energía y la pasión en todo lo que el equipo hace y añadir la responsabilidad de lograr los objetivos en el tiempo y la forma que hemos designado.

Hoy en día, todos los directivos buscamos al mejor candidato y afortunadamente tenemos profesionales que se incorporan por primera vez al mundo laboral con unos curriculum vitae excelentes en cuanto a formación, idiomas, másteres, experiencias internacionales, etc. Yo, personalmente, hay un punto importante que considero de forma especial a la hora de seleccionar a un candidato en igualdad curricular, y es que hay un plus en aquellas personas que han estudiado, trabajado o vivido fuera de su entorno familiar. Estos perfiles corresponden a personas mucho más maduras que han pasado momentos difíciles y que han tenido que tomar decisiones y buscar soluciones por sí mismas. Por tanto, ante una situación complicada y de estrés, estos candidatos demuestran una mayor madurez en la toma de decisiones difíciles y aportan un gran valor al equipo, lo que a su vez les ayuda a ser mejores profesionales tanto de forma individual como en conjunto.

Un buen directivo debe saber manejar todos los factores que describe Patrick Lencioni en Equipos ideales, un libro en el que os recomiendo que profundicéis, ya que nos ayuda a clarificar y a saber gestionar los factores principales para tener un equilibrio coherente en nuestros equipos.

El libro

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