Roberto M. Álvarez del Blanco sobre ‘El arte de la ejecución en los negocios’
Roberto Álvarez del Blanco
Profesor de Márketing y Estrategia de Marca en IE Business School y miembro del Comité Editorial de Manager Focus.
Seguramente, uno de los trabajos más importantes de un líder, seleccionar y valorar a los equipos humanos, es indelegable. Con las personas adecuadas en sus posiciones correctas, el líder tiene una formidable ocasión para concebir y seleccionar las estrategias que pueden ser ejecutadas. Las personas, entonces, trabajan conjuntamente para crear un cuerpo estratégico y movilizar las fuerzas necesarias acordes con las realidades del mercado, la economía y la competencia.
Propiciar y lograr en la organización una cultura ejecutoria es complejo, pero perderla puede resultar muy fácil e incluso rápido. En ocasiones, los procesos pueden estar faltos de ritual, convertidos en simples abstracciones. Se realizan numerosos trabajos para ellos, pero pocos resultan útiles. Los planes para la unidad estratégica de negocio pueden ser ricos en datos sobre productos/servicios y hasta esta información puede tener poco que ver con la estrategia genérica. El plan operativo, incluso, se constituye en un simple ejercicio numérico, con escasa atención y enfoque en programas para el crecimiento, mercados, productividad o calidad diferenciada. Puede que los ejecutores hayan estado en el mismo puesto de trabajo demasiado tiempo y que diversos planes hayan sido dirigidos por las personas incorrectas. En definitiva, que no se manifiesta el brillo de una cultura productiva ejemplar.
Cuando se impulsa la gestión lúcida, esplendente, los procesos fundamentales están conectados con la realidad diaria del negocio y entre sí. Liderar este proceso es el trabajo principal en la conducción de todo negocio. El líder debe creer en ellos y vincularse activamente con rigor e intensidad. La diferencia actual entre numerosas empresas y sus competidores es, precisamente, la habilidad ejecutoria.
Los líderes que no sean ejecutores ejemplares, consumados, lo tienen cada vez más complicado para obtener beneplácitos. La ejecución es uno de los grandes temas que aúnquedan por tratar concienzudamente en el mundo moderno de la gestión empresarial. De hecho, su simple ausencia se convierte en el principal obstáculo para el éxito y en la causa de numerosas frustraciones que errónea y habitualmente suelen atribuirse a otros motivos.
Solemos asociar la ejecución con el aspecto táctico de gestión y los líderes suelen delegarla para centrarse en aspectos que perciben como más relevantes. Esta idea es incorrecta. La ejecución no debe observarse como una táctica, sino como una disciplina y un sistema. Debe construirse e integrarse en la propia estrategia organizativa, en los objetivos y en la cultura. Por tanto, el líder debe estar profundamente involucrado en ella y la sustancia no debe delegarse. Sin embargo, numerosos líderes dedican mucho tiempo al aprendizaje y divulgación de técnicas de gestión novedosas y fracasan en la comprensión y praxis de la ejecución, marginando los valores de todo aquello que saben y predican. Construyen la casa por el tejado.
La ejecución, por tanto, no es algo que se hace o que se deje de hacer. Constituye un conjunto específico de comportamientos y técnicas que las organizaciones necesitan instrumentar para contribuir a la ventaja competitiva. Es una disciplina en sí misma, tanto para las grandes como para las medianas o pequeñas organizaciones. Quizá resulte una de las disciplinas críticas para el éxito en los exigentes tiempos actuales.
Los autores deleitan con su obra y muestran la importancia del profundo compromiso y del necesario apasionamiento por el robusto diálogo organizativo sobre personas, estrategia y resultados operativos basados en la honradez intelectual y el realismo que el líder actual debe emprender. En síntesis, por delante de las cifras, deben ponerse con realismo las cosas en su sitio para lograr productividad y cerrar la brecha entre los resultados y el valor pronosticados y los que, en definitiva, se obtienen.
Roberto Álvarez del Blanco
Profesor de Márketing y Estrategia de Marca en IE Business School y miembro del Comité Editorial de Manager Focus.
El libro
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Larry Bossidy y Ram Charan
Saber ejecutar los planes y las estrategias es la diferencia invisible entre las empresas. Seguramente todos los directivos del mundo se sienten satisfechos con sus estrategias y, si no lo están, [...]